El jueves por la tarde, un trágico accidente sacudió la mina turística Mollie Kathleen, ubicada en el estado de Colorado, Estados Unidos. Un fallo en el ascensor de la mina resultó en la muerte de al menos una persona y dejó a varias otras heridas. Las autoridades locales, encabezadas por el sheriff del condado de Teller, Jason Mikesell, confirmaron que las 23 personas atrapadas fueron rescatadas con éxito.
El sheriff Mikesell declaró que aún se desconoce la causa exacta de la muerte, describiéndola como un «trágico accidente». «Será necesaria una investigación completa para descubrir qué ocurrió», añadió, subrayando la importancia de esclarecer los hechos para evitar futuros incidentes.
Inicialmente, las autoridades informaron que habían logrado rescatar a 11 personas, mientras que 12 permanecían atrapadas en un pozo en el fondo de la mina. Afortunadamente, estas personas contaban con agua, mantas y estaban en comunicación constante con los servicios de rescate, según reportó la cadena de televisión NBC News.
La mina no ha sufrido ningún derrumbe
A pesar de la gravedad del incidente, las autoridades aclararon que la mina no sufrió ningún derrumbe. El suceso fue atribuido a un fallo en el equipo de la mina, que no había registrado accidentes desde 1986. Este dato resalta la excepcionalidad del evento y la necesidad de revisar los protocolos de seguridad.
El rescate finalizó alrededor de las 19:00 horas (hora local). Los rescatados presentaron síntomas como dolor de cuello y espalda, y algunos mostraban signos de trauma emocional. Entre los afectados se encontraban dos niños, aunque las autoridades no han proporcionado más detalles sobre su estado.
La mina Mollie Kathleen es conocida por ofrecer visitas guiadas que permiten a los visitantes descender verticalmente 100 pisos bajo tierra para observar la evolución de la minería a cielo abierto. Este incidente ocurrió justo antes del cierre programado de la mina para finalizar la temporada turística de 2024.
Este desafortunado evento pone de relieve la importancia de mantener altos estándares de seguridad en atracciones turísticas que implican riesgos inherentes. La comunidad espera que la investigación proporcione respuestas claras y medidas preventivas para garantizar la seguridad de futuros visitantes.