Una niña de dos años y su madre de 37 años han fallecido tras el atropello masivo ocurrido el jueves en Múnich, convirtiéndose en las primeras víctimas mortales de este trágico suceso. El incidente, que dejó una treintena de heridos, está siendo investigado por las autoridades alemanas como un posible atentado islamista.
El canciller alemán Olaf Scholz visitó el lugar del atropello para rendir homenaje a las víctimas y llamó a la unidad nacional. Scholz instó a que el responsable sea castigado con ‘toda la dureza de la ley’, subrayando la necesidad de prevenir futuros ataques de este tipo.
El ataque en Múnich es el segundo de su tipo en dos meses, tras el atropello en Magdeburgo que dejó seis muertos en diciembre. Estos eventos han generado un intenso debate sobre los fallos de seguridad en Alemania, especialmente después de que Arabia Saudí alertara sobre posibles amenazas.
El sospechoso del atropello, un solicitante de asilo afgano de 24 años, fue detenido rápidamente gracias al operativo desplegado durante una manifestación sindical. Según las autoridades, el joven admitió haber arrollado a la multitud de manera consciente, justificando sus actos con una ‘explicación religiosa’.
Durante el interrogatorio, el sospechoso afirmó que Dios le ordenó arrollar a la gente para enviarlos al paraíso. Aunque su solicitud de asilo había sido rechazada en 2016, se encontraba legalmente en Alemania y no tenía antecedentes penales, aunque algunos medios reportaron que padecía alucinaciones.
Este incidente se suma a otro ataque reciente en Aschaffenburg, donde un ciudadano afgano fue detenido tras un ataque con cuchillo que resultó en la muerte de un niño de dos años y un hombre de 41 años. Estos sucesos han conmocionado al país y han influido en el clima político de cara a las próximas elecciones.
La Fiscalía General del Estado ha asumido la investigación del caso en Múnich, mientras el país debate sobre las medidas necesarias para mejorar la seguridad y prevenir futuros atentados. La situación actual plantea desafíos significativos para las autoridades alemanas en su lucha contra el extremismo.