Hace meses que los menores y los jóvenes que tratan de migrar por el Puerto de Ceuta denuncian agresiones muy frecuentes por parte de ceutíes. La versión siempre es la misma: vienen en motos o en coches, son acciones rápidas, poco previsibles y las víctimas no tienen ninguna relación con los agresores. Ayer, las mismas personas agredidas retuvieron a cuatro de sus presuntos agresores y los entregaron a la Policía Nacional
El colectivo Maakum lo denunció públicamente a principios de abril, mostrando en redes sociales fotografías de golpes e impactos. Ese mes se hicieron varias denuncias, tanto en Policía Nacional como en Fiscalía de Menores. Para aquel entonces, el portavoz del Gobierno, Jacob Hachuel, negó la mayor. Con rotundidad negó que hubiera agresiones hacia menores en el Puerto de Ceuta, aunque desde principios de año, el equipo de calle del Área de Menores, Premece, también había acompañado en algunas denuncias.
La Policía no ve delitos de odio en las agresiones a migrantes
Hoy, el Jefe Superior de la Policía Nacional, Andrés Martín Garrido, ha dado cuentas de las seis detenciones de ayer. Los tres mayores de edad siguen detenidos en dependencias policiales. Todos pasarán a disposición judicial mañana, acusados de estar implicados en diversas agresiones esta última semana. Garrido ha explicado que las víctimas han sido tanto residentes del CETI como jóvenes y menores migrantes que se encuentran viviendo situación de calle. Fueron estos últimos los que retuvieron a cuatro de los agresores y dieron el aviso a la Policía Nacional.
La comunidad argelina, muy numerosa estos últimos meses y que también se ve abocada a hacer risky, la práctica de intentar colarse en barcos y vehículos, jugándose de la vida para cruzar el Estrecho. En su deambular por los aledaños de la zona portuaria, algunos migrantes han recibido palizas por parte de ceutíes. Al mínimo tres denunciaron la semana pasada ante la policía estas denuncias.
El mismo Jefe Superior ha confirmado que la violencia hacia migrantes en los alrededores del Puerto se traduce en hurtos, agresiones físicas, amenazas, «un poco de todo».
Andrés Garrido ha explicado que, de primeras, «no hay un mecanismo de unión» entre las agresiones a ambas comunidades. También descarta, a priori, un delito de odio en estas acciones. Los menores y jóvenes que migran explican que hasta grupos de unas veinte personas han intentando agredirles por el Puerto estos últimos meses. Según ha explicado Garrido, la Policía Nacional se habría puesto las pilas el último mes, haciendo antes «labor de prevención«. Todo lo que habrían detectado anteriormente lo habrían puesto en conocimiento de la Fiscalía de Menores.