Hasta tapones de plástico ha llegado a expulsar el ejemplar más grande de tortuga boba (caretta caretta) que este domingo ha vuelto a nadar libre en el Estrecho de Gibraltar
El Centro de Estudio y Conservación de los Animales Marinos (CECAM) ha soltado a tres ejemplares de tortuga boba después de haberles conseguido sacar todo el plástico que se habían tragado. Al comerse lo que los humanos tiramos al mar y en las playas, las tortugas tienen problemas de flotabilidad.
El vicepresidente del CECAM, Manuel Vera, nos explica a pie de playa que el veterinario ha dado el visto bueno a estos tres ejemplares después de «hacer su revisión, desparasitación y marcarlas con un chip«. «Cuando vemos que dejan de expulsar plástico y que la alimentación es la correcta, se procede a la suelta», cuenta Vera.
Alrededor de tres semanas han estado recuperándose las tortugas. Una cuarta puede volver a nadar con sus compañeras a mediados de esta semana próxima. Como siempre, muchas familias y hasta algunas turistas de fin de semana se han querido acercar a la playa de San Amaro, el lugar escogido para la suelta.