El expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha reavivado la polémica sobre la compra de Groenlandia, al describir la adquisición de la isla como «una necesidad absoluta» para los intereses estratégicos de su país. En declaraciones recientes, Trump destacó la importancia de Groenlandia debido a su ubicación geopolítica, sus recursos naturales y su potencial en términos de seguridad nacional.
«Groenlandia no es solo un pedazo de tierra. Es una oportunidad estratégica y una necesidad absoluta para asegurar el futuro de Estados Unidos», declaró el exmandatario, reiterando un interés que ya había expresado durante su presidencia en 2019.
Un interés renovado
Durante su mandato, Trump sorprendió a la comunidad internacional al proponer la compra de Groenlandia, un territorio autónomo de Dinamarca, provocando una respuesta inmediata y contundente del gobierno danés, que calificó la idea de «absurda». Ahora, con la carrera presidencial de 2024 en marcha, el expresidente ha vuelto a poner el tema sobre la mesa, sugiriendo que la administración actual debería considerar seriamente esta posibilidad.
Según Trump, Groenlandia podría ofrecer a Estados Unidos ventajas estratégicas significativas, incluyendo el acceso a recursos minerales clave, una posición ventajosa en el Ártico y oportunidades de desarrollo económico. Además, mencionó que la creciente influencia de China y Rusia en la región hace que la adquisición de la isla sea aún más urgente.
Reacciones internacionales
Las declaraciones de Trump no han pasado desapercibidas. En Dinamarca, políticos y analistas han reaccionado con incredulidad ante lo que consideran una postura anacrónica. Mette Frederiksen, primera ministra danesa, reiteró que «Groenlandia no está en venta» y subrayó que la soberanía de la isla no es negociable.
Desde Groenlandia, líderes locales también han rechazado la propuesta, destacando su compromiso con la autonomía y su relación con Dinamarca. «Nuestro futuro está en nuestras propias manos. No seremos una mercancía en un trato internacional», afirmó Múte B. Egede, primer ministro groenlandés.
Opiniones divididas en EE. UU.
En el ámbito político estadounidense, las opiniones están divididas. Algunos analistas consideran que las declaraciones de Trump son parte de su estrategia para mantenerse relevante en el discurso público y movilizar a su base electoral. Otros, sin embargo, creen que la propuesta refleja un interés legítimo en reforzar la posición estratégica de Estados Unidos en el Ártico.
El senador republicano Tom Cotton, aliado de Trump, respaldó la idea, calificándola de «visionaria». Sin embargo, otros políticos, incluidos miembros del Partido Republicano, han sido más cautelosos, argumentando que la propuesta podría generar tensiones diplomáticas innecesarias con aliados clave como Dinamarca.
Groenlandia: un territorio estratégico
Con su vasta extensión cubierta de hielo y una población de apenas 56,000 habitantes, Groenlandia se ha convertido en un punto de interés creciente en la política internacional debido a su ubicación estratégica en el Ártico. La región alberga importantes recursos naturales, incluidos minerales raros y reservas de petróleo, y su proximidad a rutas marítimas emergentes la convierte en un activo codiciado en el contexto del cambio climático.
El futuro de la propuesta
Aunque las declaraciones de Trump han reavivado el debate, es poco probable que su propuesta encuentre apoyo práctico a corto plazo. Dinamarca y Groenlandia han dejado claro que la soberanía de la isla no está en discusión, y la comunidad internacional observa con escepticismo cualquier movimiento en esta dirección.
A pesar de esto, el interés de Trump subraya el creciente protagonismo del Ártico en la geopolítica global, un tema que seguirá siendo central en las estrategias de las grandes potencias en los años venideros.