En su segundo día como presidente de Estados Unidos, Donald Trump ha dejado claro que la guerra en Ucrania es una prioridad en su agenda. Durante un discurso ofrecido este martes, Trump lanzó un ultimátum a su homólogo ruso, Vladímir Putin: sentarse a negociar un alto el fuego o enfrentar un nuevo paquete de sanciones económicas contra Moscú.
El anuncio subraya el compromiso de Trump con una de sus promesas más ambiciosas de campaña: resolver el conflicto entre Rusia y Ucrania en tan solo 24 horas. «Ya hemos comenzado a trabajar en ello. Me queda medio día para cumplirlo», declaró con su característico tono desafiante.
Llamadas al diálogo y advertencias a Rusia
Trump aseguró que ya ha iniciado conversaciones con el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, para explorar vías hacia una solución pacífica. Sin embargo, fue particularmente contundente con Putin, a quien instó a considerar las consecuencias económicas y sociales que la guerra está provocando en Rusia.
«Putin está destruyendo a Rusia al no llegar a un acuerdo. Su economía está en declive, la inflación es alta y el país enfrenta grandes problemas. Le iría mucho mejor si terminara esta guerra», afirmó Trump, al tiempo que dejó entrever que las sanciones actuales no serán las últimas si Rusia no toma medidas concretas para detener la escalada del conflicto.
El papel de China en la resolución del conflicto
Además de sus críticas a Rusia, Trump subrayó la necesidad de involucrar a otros actores internacionales, como China, para encontrar una solución a la guerra. Según el presidente estadounidense, ya ha mantenido conversaciones preliminares con Xi Jinping, a quien instó a asumir un papel más activo en el proceso. «Le dije que debería resolver esto, porque no ha hecho mucho al respecto. Y tiene mucho poder para influir», señaló Trump.
Un cambio de tono con Putin
La relación entre Trump y Putin, que durante la primera administración del magnate se caracterizó por una aparente cercanía, parece haber cambiado. Este giro refleja un enfoque más directo y crítico hacia Moscú, alineándose con el interés de Washington de buscar una solución al conflicto que lleva ya casi dos años en curso.
Sanciones como herramienta de presión
La amenaza de nuevas sanciones económicas refuerza la estrategia de presión de Trump sobre el Kremlin. Aunque no se especificaron detalles sobre las posibles medidas, los analistas prevén que podrían incluir restricciones más severas en sectores clave como la energía y las finanzas, aumentando el aislamiento económico de Rusia.
Conclusión
Con solo 48 horas en el cargo, Donald Trump ha comenzado su mandato con un enfoque agresivo para abordar uno de los conflictos más complejos del panorama internacional. Su mensaje a Putin es claro: Estados Unidos no tolerará más dilaciones en la búsqueda de una solución pacífica en Ucrania. Sin embargo, queda por ver si esta presión será suficiente para llevar a las partes a la mesa de negociaciones y qué rol desempeñarán otros actores globales como China en este proceso.