Donald Trump, el reciente ganador de las elecciones presidenciales en Estados Unidos, ha comenzado su mandato con una serie de llamadas telefónicas a líderes mundiales. Entre ellas, destaca una conversación con el presidente ruso, Vladímir Putin, en la que Trump aconsejó no intensificar el conflicto en Ucrania, según informó The Washington Post.
Durante la llamada, Trump recordó a Putin la significativa presencia militar de Estados Unidos en Europa y expresó su deseo de mantener conversaciones adicionales para abordar una pronta resolución de la guerra en Ucrania. Esta postura se alinea con sus declaraciones durante la campaña electoral, donde afirmó que podría alcanzar un acuerdo en 24 horas para poner fin al conflicto, aunque sin detallar cómo lo lograría.
Las críticas no se hicieron esperar, ya que algunos analistas sugieren que Trump podría estar dispuesto a ceder territorio ucraniano a Rusia, algo que el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, considera inaceptable. Por su parte, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, calificó de ‘exageración’ las afirmaciones de Trump.
En cuanto a la reacción de Ucrania, el Ministerio de Asuntos Exteriores negó haber sido informado previamente de la llamada entre Trump y Putin. El portavoz del ministerio, Heorhii Tykhyi, declaró que las informaciones sobre una supuesta notificación previa son falsas, por lo que Ucrania no pudo ni apoyar ni oponerse a la conversación.
Desde su victoria electoral, Trump ha realizado alrededor de 70 llamadas con líderes internacionales, incluyendo una con Zelenski, en la que también participó el empresario Elon Musk. Estas conversaciones se llevan a cabo desde su residencia en Florida, sin la intervención del Departamento de Estado, debido a la desconfianza del equipo de Trump hacia los funcionarios de carrera.
La victoria de Trump ha generado diversas reacciones a nivel internacional. Líderes como Benjamin Netanyahu y Viktor Orbán han celebrado su triunfo, mientras que Zelenski espera poder trabajar con él. Por otro lado, Putin felicitó públicamente a Trump, destacando su valentía y disposición para restablecer relaciones con Rusia y contribuir a resolver la crisis ucraniana.
En contraste, el presidente saliente, Joe Biden, planea acelerar el envío de armamento a Ucrania antes de finalizar su mandato, con el objetivo de entregar los 6.000 millones de dólares restantes de la ayuda aprobada por el Congreso. Trump, quien asumirá el poder el 20 de enero, ha sido crítico con el envío de armamento a Ucrania, lo que podría indicar un cambio en la política exterior estadounidense respecto al conflicto.
En resumen, la llamada entre Trump y Putin marca un inicio diplomático en la gestión del nuevo presidente estadounidense, quien busca un enfoque diferente para abordar la crisis en Ucrania. Las próximas semanas serán cruciales para determinar cómo estas conversaciones influirán en la dinámica del conflicto y en las relaciones internacionales.