Hace unos días, el Sindicato de Policía de la Federación de empleados de Servicio Público de UGT (FeSP-UGT), denunció que durante el turno de madrugada del miércoles 14 de agosto, la Central de Comunicaciones de la Policía Local estuvo atendida por personal no especializado, llegando al punto de no poder asistir a los agentes que, estando de servicio, solicitaban información a la centralita. El sindicato asegura que los hechos se han vuelto a producir este fin de semana y que la Jefatura estaría amenazando con «distintas represalias» a los agentes que no aceptan cambios de turnos.
El Gobierno de la Ciudad respondió tras la primera denuncia hecha pública por la FeSP-UGT que investigaría el asunto a fondo y tomaría medidas, si fuese necesario. Aunque a la par que prometía una investigación de los hechos denunciador por UGT, la Ciudad negó que hubiese falta de personal de ningún tipo en la Policía Local, ni si quiera en el servicio de comunicaciones internas. Así lo expresó Kissy Chadiramani, portavoz eventual del Consejo de Gobierno: «“Esa falta de personal no se está dando. Primero, por el incremento de la plantilla y segundo, porque se permiten horas extraordinarias“.
El sindicato, recuerda que una atención deficiente de la Central de Comunicaciones es un suceso de «extrema gravedad» tanto para los agentes que prestan servicios en las calles como para los ciudadanos. Además, UGT pone de relieve las quejas que afirman que les están haciendo llegar «los compañeros de diferentes unidades que se encuentran trabajando en la calle que al solicitar datos que son necesarios para sus intervenciones no tienen acceso a los mismos a través de la Central de Comunicaciones, lo que produce una grave frustración en las unidades por no poder realizar su trabajo de forma adecuada».
Amenazas por no aceptar cambios de turno de última hora
La FeSP-UGT también denuncia unas supuestas amenazas que habrían recibido algunos operadores de la Central de Comunicaciones de la Policía Local al negarse a aceptar cambios de turno de última hora por tener ya «organizado su descanso y sus planes de conciliación familiar». El sindicato asegura que estas personas han sufrido presiones y amenazas con «distintas represalias por parte de la Jefatura«.
Finalmente, el sindicato exige «una investigación a fondo de todos estos hechos que pensamos son de extrema gravedad y se abra el correspondiente expediente informativo para que se depuren responsabilidades«. Además UGT acusa al superintendente de la Policía Local, Sebastián Vega, de dejación de funciones: «Está claro que la principal preocupación del superintendente jefe ha sido que todos los agentes luzcan sus hombreras y tengan un traje de gala para los actos lúdicos, porque los servicios pese al incremento del número de agentes han ido de mal en peor«.