Desde el sindicato han expresado su opinión a la directora provincial. Están totalmente en contra de que los profesores tengan que asistir mañana a los centros educativos sin que halla alumnos y consideran que, con esta decisión, se «castiga» a los docentes que se han sacrificado y no han asistido a ver a sus familias, que además también pueden ser positivos
La Delegación de Gobierno ha retrasado el inicio de las clases hasta el lunes 11, pero únicamente para a los alumnos. Tras recibir esta noticia, desde UGT, se han puesto en contacto con la Dirección Provincial, para que explicara ese matiz a lo que, según informa el sindicato, respondieron que «estaban estudiando la situación y que ya comunicarían que pasaba con los docentes».
Esta tarde se ha celebrado una videoconferencia con los directores y directoras de los centros, donde les han comunicado que mañana tienen que asistir a los centros todos los docentes, salvo los que hayan estado fuera de Ceuta y tengan que hacerse un test.
La FeSP-UGT ha manifestado a la Directora Provincial le hemos su «total disconformidad con dicha medida, que proviene de Delegación de Gobierno». Al sindicato le parece, tal y como ha manifestado a la directora provincial, «un auténtico despropósito que mañana acudan a los centros los docentes, cuando no van a estar los alumnos, ¿para qué?. Si el retraso en el inicio de las clases se hace para dar tiempo a que los docentes que han viajado se hagan el test, ¿qué pasa con los que se han quedado en Ceuta? ¿han tenido un escudo protector contra el virus? ¿No tienen derecho a conocer también si pueden estar contagiados? y si alguno lo está, ¿está exento de contagiar a los demás?»
UGT denuncia que le parece «una temeridad que mañana se concentren en los centros los docentes, que precisamente no tienen constancia de ser positivos o no, que puedan ser asintomáticos, con el peligro de transmisión que ello conlleva. A muchos de los cuales parece que se les castiga por haberse sacrificado sin acudir a reunirse con sus familiares».
Además, tachan de irresponsabilidad que todo esto se haya decidido el día antes del inicio de las clases, «improvisadamente, caóticamente y sin ninguna organización«.
A ojos del sindicato, «la medida de retrasar el inicio de las clases hubiera sido acertada si hubiera afectado a toda la comunidad educativa, y se hubieran puesto los medios para hacerle el test a todo el personal que trabaja en los centros. Eso si hubiera sido una medida garantista y segura, lo que se va a hacer no lo es para nada«.