Es la primera vez que se dan unos hechos como los vividos hoy entre Ceuta y Castillejos. En torno a 100 jóvenes han llegado a nado hasta las costas españolas, mientras al menos dos habrían muerto en aguas marroquíes. La pasividad de las autoridades del reino alauita podrían estar motivadas por la acogida humanitaria del líder del Frente Polisario
El duro temporal de levante que azota el Estrecho no ha impedido que un centenar de jóvenes y niños de origen marroquí se lanzasen al mar a nado durante este domingo, en varios grupos de entre 20 y 50 personas. Según fuentes policiales en Marruecos hay al menos dos fallecidos.
Sin chalecos salvavidas, ni neoprenos, la desesperación que se vive en el norte de Marruecos provoca la huída de cientos de jóvenes y menores que esperan encontrar en Europa una salida.
Desde primeras horas de esta mañana han sido movilizados por mar el Servicio Marítimo de la Guardia Civil, Salvamento Marítimo y Cruz Roja; por tierra varias patrullas del Instituto Armado, la Policía Nacional y la Local y por aire el helicóptero de la Benemérita. Sin embargo, no ha habido ningún tipo de reacción de agentes ni recursos marítimos por parte del Reino marroquí, mostrando una total pasividad ante los hechos que estaban sucediendo.
Tres de los jóvenes que han sido rescatados entre el fuerte oleaje han necesitado ser trasladados al Hospital Universitario con graves síntomas de hipotermia.
En la mar se han vivido momentos angustiosos y peligrosos para los jóvenes que se encontraban luchando por flotar contra la fuerte corriente. Una situación que se ha visto agravada por las malas condiciones meteorológicas, que inestabilizaban notablemente las embarcaciones de la Guardia Civil y Cruz Roja, dificultando la recogida de los jóvenes migrantes.
Una huida sin neoprenos ni chalecos salvavidas
Muchos de los jóvenes y niños que han llegado hoy a nuestras costas se han lanzado al mar sin ningún tipo de protección térmica ni chalecos salvavidas. Tan solo algunos de ellos iban enfundados en neoprenos.
Esto da lugar a una peligrosidad añadida al ya arriesgado viaje que han emprendido, ya que una vestimenta inadecuada puede dificultar aun más la permanencia a flote.
Atención por Cruz Roja
Todos los jóvenes rescatados han sido trasladados hasta la base del Servicio Marítimo, en el puerto deportivo, donde han sido atendidos por el ERIE de Cruz Roja, quienes les realizarán labores de triaje adaptado a la detección del COVID-19, así como test rápidos en base al protocolo establecido por la Secretaría de Estado de Migraciones.
Una vez comprobado su estado de salud, son trasladadas hasta la nave del Tarajal, adaptada como albergue provisional por Cruz Roja y la Ciudad Autónoma, para que cumplan el confinamiento obligatorio de entre 9 o 15 días.
Una vez en la nave del Tarajal hemos podido comprobar in situ el estado en el que se encontraban los jóvenes recién llegados, quienes nos han referido querer seguir con su ruta migratoria hacia Europa.
Expediente de expulsión
Tras la filiación por parte de la Policía Nacional, comprobarán a través de los datos aportados por los jóvenes, cuántos de ellos estaban ya filiados.
En cuanto a las personas que no soliciten protección internacional, en caso de que se trate de adultos y sean de origen marroquí, se procederá a la emisión de un expediente de expulsión que quedará suspendido hasta que se reabran los pasos fronterizos de las fronteras de España y Marruecos, quedando en situación de calle hasta que se reabran las fronteras y sean devueltos o hasta que consigan continuar con su periplo migratorio hacia la Península, que es lo que pretenden en su mayoría. En caso de que hubiese menores de edad, pasarán al Centro de Menores, donde serán tutelados por la Ciudad Autónoma.
El Frente Polisario como posible causa de la pasividad de Marruecos
Según fuentes de toda solvencia consultadas por este medio, esta pasividad de las autoridades marroquíes está directamente relacionada con la decisión del Gobierno español de acoger la entrada de España del líder del Frente Polisario, Brahim Ghali, por «razones humanitarias» ha acabado por generar un conflicto con Marruecos.
Crisis en Marruecos por el cierre de la frontera
La frontera con Marruecos permanece permanece cerrada. El BOE publicó a principios de mes la ampliación de su cierre hasta, al menos, final de abril y la delegada del Gobierno confirmó ante los medios en febrero que «mientras tengamos la situación que tenemos con la Covid, no se puede abrir la frontera, eso tiene que quedar claro«, por lo que se intuye que su reapertura aún queda lejos en el tiempo, aunque hay algunos rumores que apuntan a que junio podría ser la fecha en la que se recupere la conexión terrestre entre países.
Esta situación ha dado lugar a una crisis económica, además de la sanitaria, que se extiende a un lado y al otro de la frontera y que azota duramente al norte de Marruecos.
Sin embargo, son numerosas las protestas en la localidad vecina de Castillejos (Fnideq), donde los jóvenes, y no tan jóvenes, claman por la reapertura del paso fronterizo de Bab Septa/Tarajal para poder volver a trabajar en Ceuta, tras casi un año del cierre, y la grave situación de crisis por la que atraviesan.
El cierre de la frontera y con él, la falta de trabajo para las ciudades del norte de Marruecos, ha sido el motivo que ha llevado a miles de personas a salir a la calle a reclamar la reapertura.
Los hechos que se han vivido durante toda la jornada de hoy son la muestra de la desesperación que atraviesan miles de ciudadanos residentes en el norte de Marruecos que veían en la frontera con Ceuta la oportunidad de trabajar y sacar sus familias adelante.