Critica que Rabat no acepte la reciprocidad de viajeros y señaló la responsabilidad del Gobierno de España, según La Razón
El consejero de Hacienda y portavoz del Gobierno de Melilla , Daniel Conesa, ha acusado a Marruecos de «no cumplir sus obligaciones internacionales» en referencia a su negativa a asumir su obligación de permitir el régimen de viajeros, algo que, según dijo el representante popular, no ocurre en ninguna otra frontera del mundo, a excepción de la que existe entre las dos Coreas. «Salvo en la frontera entre Corea del Norte y Corea del Sur, que seguro que no hay ningún régimen de ningún tipo, Marruecos debe ser el único país del mundo supuestamente civilizado y que respeta los mecanismos internacionales, que no cumple con esas obligaciones de respetar algo que existe entre todos esos países supuestamente civilizados», comentó.
Conesa se mostró desesperanzado ante un escenario en el que los marroquíes acepten la reciprocidad del régimen de viajeros y señaló la responsabilidad del Gobierno de España en este asunto. «Somos como somos y permitimos que Marruecos aplique la ley del embudo, es decir, la parte ancha para ellos y la parte estrecha para España y en este caso para Melilla, en el sentido de que se permite un cierto régimen de viajeros con algunas limitaciones por motivos sanitarios de determinados productos alimenticios, la carne, la leche y el pescado».
La ausencia de ese régimen de viajeros junto con la negativa a cumplir el compromiso de reapertura de la aduana comercial por la parte marroquí llevan a Conesa a «no hablar de esperanza» pero sí del deseo «de que por una vez, el Gobierno de España se ocupe de algo importante, como es obligar al Gobierno de Marruecos a cumplir su compromiso de reabrir una aduana que llevaba décadas funcionando y sea también respetuoso con la normativa internacional sobre el régimen de viajeros».
En su opinión, la postura de España es «una tomadura de pelo» a los melillenses, protagonizada en Melilla por la delegada del Gobierno. «Siempre entre sonrisas pero de forma muy poco efectiva, representa a un Gobierno que está tomando el pelo a los melillenses y ella es responsable también de eso porque no está reclamándole al Gobierno de Marruecos que cumpla sus compromisos. Marruecos le toma el pelo a España y el Gobierno de España se lo toma a los melillenses».
«Ante este panorama prefiero no hablar de esperanzas», insistió para añadir que tener que abrir un botellín de agua para poder pasar con él la frontera «es un disparate como la copa de un pino». «Ante esa tesitura, o el Gobierno español obliga al marroquí a cumplir con su obligación de respetar ese régimen de franquicia o nosotros tampoco lo respetamos. Sin embargo, somos tan quijotes, que permitimos que aquí entren productos que se compran allí y eso está produciendo un perjuicio evidente a los pequeños comerciantes melillenses».