Diferentes organizaciones mostraron sus proyectos para ayudar a las mujeres con discapacidad víctimas de violencia machista en su reinserción laboral
Por Nelson González Vicente
Este miércoles se celebró la cuarta edición del encuentro del proyecto «Mujeres en modo ON VG». Organizado por Inserta Empleo, la entidad de Fundación ONCE para la formación y el empleo de las personas con discapacidad, cumplió como una plataforma para exponer la realidad de las mujeres con discapacidad que sufren violencia de género y su relación con el mundo laboral. Para ello, se han expuesto diferentes plataformas que buscan ayudar a impulsar a estas mujeres para que se incorporen al mercado laboral y puedan gozar de los beneficios que el empleo aporta.
En primer lugar Alberto Durán, vicepresidente ejecutivo de Fundación ONCE, fue el encargado de presentar la jornada. Durante su intervención señaló que más de 4000 mujeres con discapacidad víctimas de la violencia machista acudieron a Inserta en los últimos cinco años. Además añadió que casi 400 mujeres pudieron acceder a un empleo gracias a la colaboración de 430 empresas con el proyecto.
Tras la bienvenida, Virginia Carcedo, secretaria general de Fundación ONCE e Inserta Empleo y directora de Transformación y Excelencia de Fundación ONCE incidió más profundamente en la situación de las mujeres y en la labor del proyecto. «Una de cada cuatro mujeres que sufren violencia de género tienen alguna discapacidad», señaló Carcedo. Sobre esto amplió que durante la pandemia el número de mujeres que acudió a Inserta Empleo aumentó mucho. Destacó además la importancia de que las mujeres consigan puestos de trabajo ya que la independencia económica que dan ayuda a las mujeres a que puedan continuar con su vida.
Por su parte, Nuria Varela, directora general de Igualdad del Gobierno del Principado de Asturias, presentó el Instituto asturiano de la mujer. Además, destacó la creación de la Casa Malva, primer centro de recuperación integral que se hizo para victimas de violencia de genero tras la aprobación de la ley integral, y que fue un centro pionero y sigue siéndolo.
Antes de dar comienzo a la mesa redonda «Buenas prácticas en colaboración público-privada», se proyectó un video con el testimonio de una mujer víctima de violencia de género que gracias al trabajo de Inserta Social y «Mujeres en modo ON Violencia de Género» pudo salir de la mala situación en la que se encontraba y realizar una reinserción tanto social como laboral.
Mujeres de diferentes asociaciones y organizaciones formaron parte de la mesa redonda en la que se trataron diferentes alternativas y opciones tanto públicas como privadas para ayudar a las mujeres que sufren violencia de género, enfocándose en mujeres con discapacidad.
Beatriz Ávila, directora regional Inserta Empleo Asturias, fue la encargada de moderar la sesión. En primer lugar, Manuela Suárez, como coordinadora contra la violencia de género de la Dirección General de Igualdad del Gobierno del Principado de Asturias, como Varela, recalcó la importancia de la Casa Malva como un recurso para todas las mujeres víctimas de violencia de género. «Ha sido reconocido por CERMI como un recurso residencial adaptado a todas las personas con discapacidad», añadió. Por otro lado, explicó el funcionamiento del «Protocolo interdepartamental para mejorar la atención a las víctimas de la violencia de género», que coordinan la salud, los servicios sociales, el ámbito sociolaboral y el judicial enfocados en ayudar a las víctimas.
Gretel Villanueva, responsable local de la sede de Gijón de Accem en Asturias, se centró en la importancia del proyecto «Mujeres migrantes rompiendo el silencio» de Accem. Desarrolló la operativa que se lleva a cabo en Accem en cuanto a la ayuda a estas mujeres migrantes mediante la atención especializada, traducción e interpretación.
Fuensanta Munuera, subdirectora de Empleo del Servicio Regional de Empleo y
Formación de Murcia, se encargó de destacar el protocolo que llevan a cabo en su organización. Munuera explicó que el protocolo consiste en «poner en contacto la atención que se da jurídica y social a mujeres que están intentando dar el primer paso para salir de la violencia de género, con el servicio de orientación de las oficinas de empleo para que sean atendidas».
Por su parte, Lydia Sánchez, coordinadora del Plan de Empleo Cruz Roja Asturias, explicó la situación actual de las mujeres de las víctimas de violencia de género en relación con el trabajo. Desde 2008 Cruz Roja lleva a cabo un programa de empleo para mujeres víctimas de violencia. «Se trata de dar una atención integral a las personas que puedan ser víctimas y se les pueda dar un empleo», señaló.
Gabriela K Ripari, Integradora Social de Fundación Ana Bella, presentó el proyecto «Escenario para el Empoderamiento» que apuesta por el arte como un factor de la transformación social. El objetivo del mismo consiste en buscar el empoderamiento y la inserción laboral mediante el teatro.
Por último intervino Leyre Valdés, técnica compass Inserta Empleo Asturias. Como parte de la «Red interna de atención especializada», donde se encargan de acompañar a las mujeres víctimas de violencia a lo largo de las diferentes fases del ciclo de recuperación. Valdés desarrolló cómo se suelen sentir las víctimas de violencia de género, ya que la inseguridad y el miedo que sufren les frenan en su desarrollo personal y laboral. Tras esto, Patricia Sanz, vicepresidenta 3ª de Igualdad, Recursos Humanos, Cultura Institucional e Inclusión Digital del Consejo General de ONCE clausuró la jornada recalcando la importancia de la colaboración público-privada entre empresas y asociaciones para ayudar a las mujeres a encontrar una situación mejor gracias a la independencia que da el empleo.