Lo que parecía un día histórico para la sanidad pública en España terminó en un revés político inesperado. Tras 14 años de espera y el consenso casi unánime de los grupos parlamentarios, la Agencia Estatal de Salud Pública vio frustrada su creación en el Congreso por una maniobra política del Partido Popular (PP) en respuesta a la gestión de otra ley.
Un Proyecto Truncado en el último Momento
El Gobierno llegó al Congreso confiado en que, después de años de retrasos y una pandemia mundial que puso en evidencia la necesidad de un organismo coordinador en salud pública, el proyecto finalmente recibiría luz verde. Sin embargo, la votación dio un giro inesperado cuando el PP, junto con Vox y Junts, decidió votar en contra, bloqueando así la iniciativa.
El detonante de este cambio de postura no fue el contenido de la ley sanitaria, sino una disputa con el Gobierno en torno a la ley de desperdicio alimentario. El PP exigió posponer su votación tras la negativa de la Mesa del Congreso de admitir enmiendas sobre la rebaja del IVA de los alimentos. Ante la negativa del Ejecutivo, los populares optaron por una «reacción», en palabras del presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, que desembocó en la caída de la Agencia Estatal de Salud Pública.
Consecuencias para la Salud Pública
El golpe ha sido contundente para el Ministerio de Sanidad, liderado por Mónica García, que ahora busca nuevas vías para retomar el proyecto. Sin embargo, la demora implica consecuencias graves para la organización y coordinación del sistema sanitario español.
«Por el hecho de no tener una agencia, no vamos a contar con un sistema de recogida de datos y posible análisis que nos sirva como país para entender lo que está pasando y tomar decisiones», advirtió Manuel Franco, investigador de la Universidad Johns Hopkins.
La Sociedad Española de Epidemiología también lamentó la decisión y recordó que la urgencia de este organismo fue señalada por expertos tras evaluar la respuesta del sistema sanitario durante la pandemia. «Esta demora es especialmente lesiva teniendo en cuenta que el mundo se está complicando desde la perspectiva de la salud pública», alertó Salvador Peiró, de la Fundación para el Fomento de la Investigación Sanitaria y Biomédica de la Comunitat Valenciana.
Una «Venganza» Política en un Tema Sensible
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, calificó la decisión del PP como «lamentable» y una «absoluta irresponsabilidad». «Es un síntoma más de la oposición destructiva, sin rumbo, que primero vota sí en comisiones y luego no en el Pleno», declaró tras asistir al Consejo Europeo en Bruselas.
El exdirector general de Salud Pública, Ildefonso Hernández, también criticó la situación: «Si quieres una venganza, hazla por otra vía. No tiene sentido cuando representantes del PP urgían al Gobierno a sacarlo adelante». Su frustración se suma a la de muchos expertos en salud que ven cómo, una vez más, un organismo clave queda relegado a la incertidumbre por disputas políticas.
El futuro de la Agencia Estatal de Salud Pública sigue en el aire. Mientras tanto, España continuará sin un ente centralizado para coordinar las respuestas sanitarias ante amenazas futuras, en un contexto global cada vez más desafiante.
