Este ceutí denuncia que sufrieron discriminación porque la coordinadora o responsable de la naviera pensó que eran migrantes que estaban intentado colarse ilegalmente en el buque, aunque las azafatas y trabajadoras le atendieron correctamente
“Es una indignación e impotencia brutal”, denuncia un ceutí que asegura que viajando con Baleària le han solicitado la documentación, a él y a su mujer, hasta en tres ocasiones para comprobar que era legal. Se trata de un hombre con movilidad reducida, que ha tenido que volver a la taquilla una vez estaba en el embarque porque se había “olvidado de canjear el billete”, asegurando que no le han facilitado en ningún momento y que le han tratado de forma discriminatoria pensando que eran ilegales.
“Dificultan más todo, sin razón alguna, en la estación marítima de Ceuta tenemos que andar varios kilómetros entre galerías de la estación”, asegura. Dentro del barco, cuenta, que le solicitaron de nuevo la documentación de residencia “para cerciorarse” y una vez en Algeciras otra vez, haciéndole hasta una fotocopia porque tenían que enviarla y comprobar con la ciudad autónoma.
Este ceutí aclara que no se queja de las azafatas de la naviera, que le ofrecieron ayuda y una silla de ruedas, sino de la responsable o coordinadora que habló «con tono prepotente». “Es un desgaste, pérdida de energía y estrés. Cada vez que nos cruzamos con trabajadores que nos tratan así. Esto es la frontera sur de Europa. Una vergüenza”, sentencia.