La colonia de gatos que se encuentra entre Calle Jáudenes y Gran Vía, más concretamente en la cubierta de la Basílica Tardorromana, desde hace unos meses está controlada por una voluntaria de la Comunidad Gatuna que se encarga de mantener esa zona limpia, así como de ponerle de comer pienso todos los días y cuidar de ellos en todos los sentidos.
Lo que hace meses era una colonia de gatos completamente descontrolada, con todos los inconvenientes que eso supone, hoy día es una colonia controlada con todos los beneficios que conlleva. Sanidad Animal, muy acertadamente llegó a la conclusión que lo mejor era que la Comunidad Gatuna se hiciese cargo de mantener esa colonia.
Los vecinos de la zona están contentos con que le hayan dado una solución ética, pues ahora hay una voluntaria que altruistamente se encargada de los gatos y de mantener la zona limpia. Y también, como decía antes, de cuidar de los gatos en todos los sentidos.
Sanidad Animal ya iba a empezar a esterilizar a todos los gatos de esa zona, para así evitar que aumente el número, pero por el tema de Covid-19, que como todos sabemos, ha afectado en todo, han tenido que posponerlo.
La parte fea y salvaje de todo esto, y que está poniendo en serio peligro la integridad de estos gatos, es que un vecino o vecina de uno de los pisos, los cuales sus ventanas dan al lugar donde están estos gatos, se dedica a lanzarle botes de cristal y a echarles un liquido (supuestamente puede ser lejía) por la ventana. También ha llegado a increpar varias veces desde su ventana a la voluntaria que cuida de los gatos. Todo esto lo hace sin dar la cara para que no se sepa quien es.
Esta vecina o vecino no cabe duda que puede estar cometiendo un delito de maltrato animal, ya que de forma intencionada con sus acciones puede causar la muerte de un gato. Esta persona, a la mayor brevedad posible, debería de ser identificada y denunciada para que pague por lo que está haciendo y deje de hacerlo.
Es injusto que haya personas que se dedique a lanzar botes de cristal contra unos animales indefensos, más todavía si cabe cuando se trata de una colonia de gatos que ahora mismo está controlada por una voluntaria que está haciendo todo lo que puede y más para que todo vaya bien.
La zona donde están ahora mismo esos gatos está más limpia que nunca, de eso no le cabe la menor duda a nadie, además se puede demostrar con fotos. También los gatos están mucho más tranquilos ya que comen todos los días pienso y tienen cachorros de agua para poder beber, así como unos areneros para que hagan sus necesidades en esa zona, la cual después limpia la voluntaria.
El vecino o vecina que desde su ventana se dedica a lanzar botes de cristal y echar líquido a los gatos no tardará mucho en ser identificado ya que desde el piso de enfrente hay varios vecinos animalista que están pendiente del tema para grabar un vídeo que serviría para poner la correspondiente denuncia, así como para su publicación si procede.
Por último, pedirles a los vecinos de esa zona, ya sean animalistas o no, que por favor si ven de lanzar botes de cristal, piedras o de echarle líquido a los gatos intenten de grabar un vídeo con el móvil y se pongan en contacto con la Asociación Gatuna, que es la que se encarga de esa colonia de gatos.
Una pequeña aclaración sobre lo escrito anteriormente: a día de hoy la cubierta de la Basílica Tardorromana no se encuentra tan cuidada como estaba antes de que el Gobierno decretase el Estado de Alerta como consecuencia de la pandemia de COVID-19. Esto se debe a que ahora la voluntaria que se ocupa de ello, por motivos ajenos a su voluntad (restricciones que pone el Real Decreto del Estado de Alerta), no puede dedicarle el mismo tiempo que antes, pero pronto volverá todo a la normalidad.