Algunas personas son capaces de marcar la diferencia, es lo que sucede con Reduan MJ, activista ceutí por los derechos humanos de los inmigrantes. Reduan dedica gran parte de su vida a dar visibilidad a la problemática de la inmigración. Una vertiente de su trabajo tiene que ver con exponer la realidad de lo que sucede en la frontera Sur a los ciudadanos y reivindicar en Europa que se respeten los convenios transnacionales.
Este fin de semana se desplazó a Tánger como colaborador de Alarm Phone, una red de alarma internacional que ha expandido su actividad a los bordes fronterizos y las rutas migratorias tanto de entrada como de salida. Ellos se encargan de dar aviso a salvamento marítimo cuando hay dificultades y situaciones de emergencia.
Con Alarm Phone colaboran unos 150 miembros repartidos por todo el mundo. Como teleoperadores realizan labores de traducción y asistencia; sobre el terreno asisten a los inmigrantes en diferentes puntos, distribuyéndose a través de la ruta, de Casablanca a Rabat, pasando por El Aiún, Nador, Melilla y la frontera argelina. Reduan ha participado en la creación del grupo de asistencia entre Ceuta, Beliones y Tánger. Algunos inmigrantes colaboran como guías, traductores y agentes de sensibilización con sus compañeros ya sea en los campamentos o las casas patera donde suelen convivir.
La red de asistencia colabora con una mínima cantidad económica que se destina al traslado de materiales. Les informan de este número de teléfono con el que mandar la ubicación del bote para que puedan ser rescatados. Aparte de actuar en el Mar Mediterráneo, también disponen de un avión, el Moonbird, con lo que abarcan misiones por tierra, mar y aire.
Reduan ejerce aparte su labor humanitaria repartiendo ropa y comida entre el colectivo inmigrante. Durante la incursión de los pasados días observó como los gendarmes de la policía marroquí se desplegaban apostados a lo largo del perímetro fronterizo. Este control de seguridad externalizado se sufraga desde la Unión Europea con el objetivo de neutralizar cualquier intento de franquear la frontera y se intensifica durante la época navideña. No bajan la guardia.
Reduan informa de que fue en agosto cuando se aplicó de urgencia una reforma legislativa que regulaba las devoluciones exprés por orden del Gobierno de España. «En teoría sólo deberían aplicarse en casos excepcionales, pero en Ceuta y Melilla se aplican sin justificación», denuncia el activista, «sin aplicar protocolos, ni atención medica o jurídica; ahora lo único que se presta es la atención básica que ofrece Cruz Roja». Una opinión controvertida cuanto menos. Reduan se muestra crítico con el partido en el poder, «el PSOE maquilla la realidad. Por un lado declara estar a favor de las vías legales y seguras, de la asistencia a través de las oficinas de asilo y embajadas. Pero no es cierto, a la hora de la realidad todo es papel mojado».
Open Arms, en Algeciras
El próximo viernes está previsto que el Open Arms atraque en el Puerto de Algeciras. Allí desembarcarán los 300 inmigrantes que fueron rescatados en aguas de Malta. Reduan considera que «como vienen elecciones se utiliza este tema como argumento para recuperar votos pero les espera un futuro similar al del Aquarius». Tiene la impresión de que les mandarán para el norte de Europa sin previo aviso, sin tener concertada su acogida o acompañamiento porque «no tienen como reubicarlos». «Al principio del viaje el futuro será incierto» manifiesta.
El trato continuo ha llevado a Reduan a la certeza de que «tienen una resistencia brutal, algunos de ellos están seis meses en el camino, otros tres y hasta cuatro años hasta llegar a a Tánger o Castillejos. Cuando hay mucho bloqueo, deportaciones, detenciones y redadas, cambian de ruta, bajan a Rabat y aguantan hasta que se calma la situación».
En cuanto a la escapatoria en la actualidad se están usando las ‘toys’, embarcaciones de juguete, ni siquiera de recreo. Las suelen adquirir intermediarios que los compran en grandes almacenes a 300 euros y se las revenden a los inmigrantes en ocasiones a 3000 euros. Diez veces por encima de su valor, una estafa de la que se benefician y que, por contradictoria que parezca también favorece al inmigrante, que puede repartir gastos entre diez o doce compañeros y así evitan pagar los tres mil euros que cobran las mafias por plaza en alguna de sus gomas. La fragilidad de estas embarcaciones incrementa el riesgo de naufragio pero supone una apuesta a una sola carta. La estrategia consiste en avisar a Salvamento, Alarm Phone o Helena Maleno, una activista afincada en Marruecos. Lo hacen una vez internados en agua marroquíes. A veces la jugada tiene un destino fatal, pues los intentos no cesan ni siquiera los días de levante, ya que creen que las cámaras térmicas no les detectarán si hay mal tiempo.
Esto responde comenta Reduan a las políticas migratorias actuales en la valla que «van desplazando hacia rutas peligrosas a unas personas que en ningún caso piensan en desistir; con lo que se demuestra la ineficacia de dichas políticas».
La problemática es diversa, tantas como las nacionalidades de origen. Así a raíz del hallazgo del cadáver de un inmigrante con traje de neopreno, el activista comenta que se debe a la creencia sostenida por los colectivos argelino y marroquí del CETI de un trato de favor hacia los subsaharianos que abandonan antes las dependencias. «Se sienten discriminados porque ellos llegan con la tarjeta roja de petición de asilo y no los dejan salir, es porque existen convenios según que países».
Una posible alternativa a este desastre humanitario podría darse a nivel político si se llevaran a efecto las medidas alcanzadas en el Pacto Mundial de Marrakech con una regulación de la inmigración por cauces legales, inversión en los países de salida y acuerdos confirmados. «Está por aplicarse». Rduan tiene claro que «no todo el mundo tiene los mismos derechos y que en cualquier caso esto no va a parar. La inmigración es un derecho de las personas que se está coartando».
Por eso continúa con su empeño de concienciar en la calle y combatir la información política interesada, que tergiversa a conveniencia. «Debemos ser conscientes de la realidad; todos tienen derecho a buscarse un futuro mejor, a crear una familia». En Navidad algunos emprenden un viaje incierto, forzados por sus penosas circunstancias.
Los menores extranjeros no acompañados «criminalizados»
En cuanto a los MENA, afirma rotundo que «los están criminalizando desde las altas instancias, acusando de todos los males que están pasando en Ceuta. Son niños, tengan acompañamiento o no». Matiza que «no digo que no haya delincuentes, quien cometa un delito que lo pague pero que no se acuse a inocentes». La solución radica en «trabajar con ellos para saber las causas por las que no quieren estar en el centro y conocerles mejor. No quieren estar aquí todo el tiempo, después de cuatro o cinco años se encuentran como en la cárcel». Reduan acude con asiduidad a repartir ropa y comida en el puerto, manifiesta que «sólo quieren ir a un centro fuera porque saben que es la manera de salir, poder estudiar, «que Alá los proteja», suelen decir. La mayoría, declara piensan en «poder salir y disfrutar de su vida tranquilamente aunque haya quien diga tonterías». Ninguno dice «estoy aquí esnifando pegamento y así quiero seguir; tienen esperanzas». El activista insiste «no se puede generalizar, somos adultos y debemos verlos por lo que son».
Cuando acude a sus repartos afirma que se desenvuelven «con normalidad y la mayoría son ordenados y esperan su turno, se ríen y actúan como chavales». «Algunos tiene padres pero se encuentran en un estado de plena necesidad, recaban información de otros vecinos que se han buscado la vida y siguen sus pasos. Otros han sido maltratados, vejados, violados y abandonados en Marruecos, de ahí vienen». Se muestra en desacuerdo con «lo que quieren hacer Imbroda y Vivas, firmar acuerdos para devolverlos sin entrevistas individualizadas».
En estos casos sería conveniente tener en cuenta todos los factores que no se pasen por alto y se contase con abogados.