El temor de Junts per Catalunya a perder apoyo frente a Aliança Catalana ha llevado al partido a dar marcha atrás en la moción de censura contra la alcaldesa de Ripoll, Sílvia Orriols. A pesar de los esfuerzos iniciales por desalojar a la dirigente de extrema derecha, una encuesta interna negativa y la presión de sectores independentistas en redes sociales han provocado que Junts abandone el acuerdo con ERC y el PSC.
La moción de censura, que pretendía impedir que Orriols consolidara su mandato, contaba con el respaldo de Esquerra Republicana y el Partit dels Socialistes de Catalunya. Sin embargo, la dirección de Junts ha decidido no arriesgarse ante el temor de que una acción coordinada contra Aliança Catalana termine beneficiando a la propia formación ultranacionalista.
Desde el entorno de Carles Puigdemont, algunos dirigentes han expresado su inquietud ante el crecimiento de Aliança Catalana, una fuerza política que ha logrado captar votantes independentistas descontentos con los partidos tradicionales. La posibilidad de que la moción de censura se interpretara como un ataque a una alcaldesa con un fuerte respaldo local generó una ola de críticas en redes, lo que terminó de inclinar la balanza en la decisión de Junts.
El retroceso de Junts deja el futuro político de Ripoll en una situación incierta. Mientras ERC y PSC lamentan la falta de acuerdo para frenar a la extrema derecha, Orriols fortalece su posición en el municipio, consolidando el ascenso de Aliança Catalana como un actor clave en la política local.
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