La denominada Operación Cataluña, impulsada desde el Gobierno del Partido Popular, vuelve a estar en el centro de la polémica tras las revelaciones que apuntan a una estrategia de guerra sucia para desprestigiar al independentismo catalán. Sin embargo, a pesar de las múltiples pruebas que han salido a la luz, la Justicia española se ha negado a abrir una investigación formal sobre el caso.
Según las informaciones disponibles, la operación fue impulsada por figuras clave del Partido Popular, entre ellas María Dolores de Cospedal, ex secretaria general del partido; Alicia Sánchez Camacho, ex presidenta del PP en Cataluña; y Jorge Moragas, quien fuera director de gabinete del expresidente del Gobierno, Mariano Rajoy. Estas figuras habrían dado el pistoletazo de salida a una campaña de espionaje y difusión de información manipulada para socavar a líderes y organizaciones del independentismo.
A pesar de la documentación, grabaciones y testimonios que han ido surgiendo a lo largo de los años, los tribunales han rechazado reiteradamente investigar los hechos, lo que ha levantado sospechas sobre un posible encubrimiento a nivel institucional. Las pruebas, que incluyen informes policiales fabricados y filtraciones interesadas a medios afines, evidencian una estrategia concertada para influir en la opinión pública y justificar la represión contra el movimiento soberanista.
Diferentes voces de la oposición y organismos internacionales han cuestionado la falta de actuación judicial ante un escándalo que pone en entredicho la separación de poderes en España. Mientras tanto, el Partido Popular ha negado cualquier implicación en actos ilícitos y ha calificado las acusaciones como una estrategia política para desprestigiar al partido.
El debate sobre la Operación Cataluña sigue abierto, con la pregunta de si algún día la Justicia española decidirá investigar lo que, para muchos, es una de las mayores operaciones de manipulación política de la democracia reciente.
