Agencia Tributaria, Guardia Civil, y la Policía de Estocolmo (Suecia), han ejecutado de manera conjunta la denominada operación ‘Cotrina’, en la que ha sido desarticulada una organización criminal dedicada a la distribución de grandes cantidades de hachís y marihuana desde la provincia de Málaga a distintos países de la Unión Europea, como Francia, Bélgica, Holanda, Dinamarca, Suecia y Reino Unido.
Esta red ha sido desarticulada en España, logrando la detención de los responsables de la organización y los encargados de gestionar la logística, almacenaje y distribución de la droga, quedando cuatro personas huidas, sobre las que se han solicitado órdenes de detención. A los que han sido detenidos, de nacionalidades española, belga, polaca, danesa y británica, se les imputan delitos de tráfico de drogas, pertenencia a organización criminal y blanqueo de capitales.
Durante las fases de la operación, se han practicado seis registros en Málaga, así como en las localidades de Mijas, Cártama, Marbella y San Pedro Alcántara, donde se encontraban asentados la mayoría de los miembros, y en los que se han intervenido más de tres toneladas de hachís, unos ochenta kilos de marihuana, un kilogramo de resina de hachís, alrededor de 10.000 euros, 10 vehículos, 22 teléfonos móviles, diverso material informático, documentación y notas manuscritas relacionadas con la actividad criminal.
Modus operandi
La investigación comenzó por casualidad cuando una patrulla de Tráfico de la Comandancia de Málaga localizó en un control un camión que transportaba en el interior de la carga 56 fardos de arpillera que contenían 1.680 kilogramos de hachís. A partir de la aprehensión, se inició una investigación conjunta entre la Agencia Tributaria y la Guardia Civil, que centró sus pesquisas sobre una banda asentada en la provincia de Málaga dirigida por belgas e integrado por españoles, polacos, daneses y británicos.
Dicha organización se dedicaba a suministrar estupefacientes a otros grupos criminales de origen sueco asentados en la provincia de Málaga, y al transporte y posterior distribución a países europeos utilizando para ello vehículos de alquiler o camiones de empresas de transporte en los envíos de grandes cantidades. Tras adquirir la droga la depositaban en dos viviendas que poseía la organización en la localidad de Mijas.
Otro de los sistemas utilizados por el grupo era enviar la droga a través de empresas de paquetería ocultos en el interior de objetos como sillones y artículos de decoración.
La investigación ha sido dirigida por el Juzgado de Instrucción número 12 de Málaga. Siendo desarrollada por Vigilancia Aduanera de la Agencia tributaria en Málaga, el Equipo de Delincuencia Organizada y Antidrogas de la Comandancia de la Guardia Civil de Málaga, y la Policía de Estocolmo.