Valencia se recupera lentamente tras sufrir una de las peores catástrofes naturales de su historia reciente. La DANA que azotó la región dejó más de un centenar de muertos y decenas de miles de afectados. La pregunta que muchos se hacen es si este trágico desenlace podría haberse evitado.
El debate se centra en la eficacia de las alertas meteorológicas y de Protección Civil. Aunque la AEMET activó avisos rojos desde la mañana del 29 de octubre, las alertas a los móviles llegaron a las 20:14, cuando muchas personas ya estaban atrapadas en sus vehículos o en lugares inundados.
Expertos como Liz Stephens, catedrática de Riesgos Climáticos, señalan que aunque se emitieron avisos con antelación, estos no comunicaron adecuadamente el impacto ni las acciones a seguir. ‘La gente no debería morir por fenómenos meteorológicos previstos’, advierte.
La cronología de los eventos muestra una serie de advertencias que comenzaron el 23 de octubre, cuando la AEMET alertó sobre la llegada de la DANA. Sin embargo, la magnitud de la catástrofe no fue completamente anticipada por la población, que continuó con su vida diaria hasta que fue demasiado tarde.
El 29 de octubre, la situación se agravó rápidamente. A las 7:36, la AEMET emitió el primer aviso rojo para el interior de Valencia, seguido por otro para el sur de la provincia. A pesar de estas advertencias, muchas personas no tomaron las precauciones necesarias.
La Universidad de Valencia suspendió clases y varios municipios cerraron parques y jardines. Sin embargo, la respuesta de emergencia fue lenta. No fue hasta las 17:00 que se activó el Centro de Coordinación Operativo Integral (CECOPI), y la Unidad Militar de Emergencias comenzó a intervenir en áreas gravemente afectadas como Utiel.
La falta de comunicación efectiva y la tardanza en las alertas a los móviles son aspectos críticos que deben mejorarse. Andrés Gómez, meteorólogo de TVE, destacó que la alerta llegó cuando ‘ya teníamos el agua al cuello’.
La tragedia de Valencia subraya la necesidad de mejorar los sistemas de alerta y la preparación ante desastres naturales. Las autoridades deben garantizar que la población reciba información clara y oportuna sobre los riesgos y las medidas a tomar.
En conclusión, la DANA en Valencia ha dejado lecciones importantes sobre la gestión de emergencias y la importancia de la prevención. Es crucial que se implementen mejoras para evitar que una tragedia similar vuelva a ocurrir.