Los vecinos de Gonzalez de la Vega viven con angustia bajo la sombra del desahucio y consideran una injusticia la deriva de los acontecimientos que están sucediendo como los cortes del suministro del agua por parte de Acemsa. Piden que al menos «les den agua» ya que no consiguen que «se les realoje» ni un «alquiler social asequible» ni «ser escuchados por los responsables del área de vivienda», es más denuncian que incluso tras el Pleno al que acudieron «se les quiso silenciar imponiéndoles multas».
El Foro de Ceuta se ha puesto en contacto con los vecinos del número cuatro de González de la Vega para conocer de primera mano su situación actual. Según nos han hecho llegar califican la misma de “desesperada”.
“Esto nos está costando la salud” nos dicen. Aprecian que la Ciudad aun siendo la legítima dueña del edificio, les ha ido realojando durante casi treinta años, cambiándolos de ubicación, del antiguo Revellín a la actual en una «situación de precariedad» , haciendo caso omiso a sus peticiones más básicas. Los vecinos denuncian que las condiciones del inmueble se ven agravadas por el abandono de la Ciudad que «se ha desentendido de ellos».
“En todo este tiempo ni siquiera nos han proporcionado la cédula de habitabilidad, ellos lo saben, se han negado». Acusan al ejecutivo local de desoír sus «ruegos básicos”. Los vecinos dicen que se han llevado a cabo varias fases de viviendas protegidas en la Ciudad y sin embargo a ellos se les ha ido relegando. Creen que es “indignante e inadmisible la campaña de hostigamiento ejercida desde Acemsa”, dada la cercanía de las Navidades y las familias con niños pequeños que viven en estas casas. “Entre ellos hay una madre con cinco hijos, uno de los cuales es un recién nacido que aun conserva el cordón umbilical” nos relatan.
Algunos vecinos opinan que el Consejero de Fomento, Nestor García, ha emprendido “una cruzada personal contra ellos” y su actitud sería «revanchista», denuncian al señalar que “ni siquiera se ha presentado a las dos citas que habían concertado”, acudiendo sus colaboradores en su lugar y “sin ofrecerles alternativas”. «Algunos de nosotros somos personas mayores con problemas de salud, de dónde vamos a sacar dos mil euros a estas alturas para costear un alquiler elevado, no hay derecho».
Ahora sin suministro de agua están dispuestos a acudir a las fuentes de Plaza de Correos y Plaza de los Reyes a proveerse, porque el agua es «indispensable pero cara” y en muchos casos sólo perciben ayudas mínimas. Además es un ejemplo de “que se les quiere echar para hacer negocio” porque “todavía hay juicios pendientes hasta febrero”.