Suciedad, vehículos abandonados, vegetación descontrolada y hasta culebras que han sido vistas donde juegan los/as niños/as de la barriada, con estos problemas se enfrentan cada día los/as vecinos/as de la barriada que aseguran que estos problemas ya existían desde mucho ante de la pandemia y que ahora se han visto seriamente agravados. Tal es el nivel de hartazago que el presidente de la Asociación Calle Este propone al Gobierno de la Ciudad que le ceda temporalmente el material necesario y los propios vecinos limpiarán la barriada. Ya no aguantan más esta situación.
En declaraciones a este medio, el presidente de la Asociación Calle Este, Yassin Hamed, asegura que las quejas por la suciedad, la acumulación de residuos, desechos y escombros, la vegetación descontrolada o la presencia de insectos e incluso roedores y culebras «no son quejas de uno o dos vecinos, sino de toda la barriada, porque es que toda la barriada está igual y ya estamos hartos».
Según nos cuenta Hamed, desde la Asociación Calle Este trabajan para «facilitarle las cosas al Gobierno» y tratar de darle un lavado de cara a la imagen que desde el exterior se tiene de la barriada, pero lamenta que sus acciones parecen no ser correspondidas por el Ejecutivo local. «Nos hemos quejado montones de veces, pero parece que no nos hacen caso. Es que, fíjate lo que te digo, ya no pedimos que vengan a limpiar y a fumigar, que no lo hacen desde antes de la pandemia, ya es que estamos dispuestos a limpiarlo hasta los propios vecinos si nos prestan los materiales. Y eso que algunos tenemos trabajo, pero da igual, lo haremos en fines de semana o en los ratos que podamos. Como sea, el barrio no puede seguir así» afirma Hamed.
Y es que como se puede ver en las imágenes aportadas por la propia asociación hay partes del Príncipe en las que la vegetación se apodera de las zonas de paso, aparecen visitas inesperadas e indeseables de animales que por inofensivos que puedan ser -como las culebrillas- no deberían rondar cerca de núcleos poblacionales y mucho establecerse allí. A nadie, salvo que sea un animalista convencido y habría que verlo llegado el momento, le gusta encontrarse culebras y ratas merodeando por donde juegan sus hijos e hijas.
Me deja estupefacto, la basura que ellos tiran piden medios para recogerla, señores la ciudad la ensucian los ciudadanos y los coches no se queman solos, controlen a esas personas que ensucian tan descaradamente y los barrios son los que son sus ciudadanos.