El portavoz del grupo parlamentario de la extrema derecha ceutí, tras insultar al consejero de Medio Ambiente y Servicios Urbanos, ha terminado por abandonar el Pleno de la Asamblea sin dar por acabada su interpelación
La sesión de control del Pleno de la Asamblea de este jueves no ha estado exenta de trifulca y es que, una vez más, el portavoz del grupo parlamentario de Vox, Carlos Verdejo, ha vuelto a hacer gala de su ánimo de incendiar las bancadas. En esta ocasión, ha sido durante la interpelación que la formación política de extrema derecha ha realizado al Ejecutivo local relativa a las ayudas al sector del salazón en Ceuta. El conflicto determinante ha tenido lugar tras el segundo turno de respuesta del consejero de Fomento y Turismo, cuando Verdejo ha reaccionado diciendo «no aguanto más» y ha calificado de «impresentable, imbécil y bufón» al consejero de Medio Ambiente y Servicios Urbanos, Yamal Dris. Tras esto, Verdejo ha abandonado el Pleno de la Asamblea.
Relativo a su interpelación, Verdejo ha preguntado al Gobierno de la Ciudad sobre esta tradición pesquera histórica y milenaria que, subraya, «se ha ido perdiendo». El portavoz del grupo parlamentario ha recordado que hace tiempo nuestra ciudad contaba con «hasta 20 casetas de volaeras por la zona del Juan XXIII y a día de hoy quedan 7», reseñando también la pérdida de las fábricas conserveras.
El diputado de Vox también se ha dirigido a la vicepresidenta de la Asamblea previamente para pedirle que llamara la atención al resto de diputados aludiendo a que estos estaban haciendo «ruiditos» y diciendo «niñerías». Cristina Pérez ha respondido al mismo indicándole que habría que «adoptar un acuerdo de mesa al respecto sobre como funcionan las sesiones plenarias, sobre las asistencias o no, las ausencias o no, las salidas del Salón de Pleno, las interrupciones, los insultos», añadiendo que una vez que la mesa adopte una serie de medidas, estas podrán aplicarse. Pérez ha recordado a Verdejo que ya había llamado la atención durante la sesión de control a una de sus compañeras del grupo y ha insistido que no existen directrices para otros asuntos y que en ocasiones se le escapa, en tono irónico, reseñando el Pleno de la Asamblea en el que Redondo participaba mientras tenía colocados unos auriculares.
Si vox es extrema derecha yo soy el obispo de Roma