El comisionista, en prisión preventiva, pide declarar voluntariamente como un desafío al PSOE con la esperanza de obtener su liberación.
Víctor de Aldama se presentó este jueves ante el juez Santiago Pedraz para declarar voluntariamente en el marco de la investigación que sigue la Audiencia Nacional sobre el fraude en el sector de los hidrocarburos. Fuentes cercanas aseguran que su abogado, José Antonio Choclán, pasó más de cuatro horas el miércoles en la cárcel de Soto del Real, donde Aldama está detenido desde octubre, preparando su declaración. Durante este tiempo, el comisionista expresó su intención de hacer una revelación importante: «Si hablo, cae el PSOE», afirmó, en lo que parece una amenaza dirigida al partido en el poder, del que Aldama asegura tener pruebas comprometedoras.
El pasado 10 de octubre, el juez Pedraz decretó el ingreso en prisión preventiva de Aldama, ante el riesgo de fuga y la posibilidad de que ocultara pruebas relacionadas con el fraude millonario en el que está implicado. A pesar de sus estrechas relaciones con varios gobiernos y figuras clave del PSOE, Aldama no esperaba acabar entre rejas, por lo que el mismo día en que fue arrestado, su chófer esperaba fuera de los calabozos para llevarlo de regreso a su hogar. Sin embargo, el juez ordenó su ingreso junto a su socio, Claudio Rivas, y ambos se encuentran en la cárcel de Soto del Real, donde las tensiones no han cesado.
Aldama y su defensa han centrado sus esfuerzos en conseguir la liberación provisional del comisionista. Su abogado ha recurrido la decisión del juez, aunque todos los intentos de anular la prisión preventiva han sido rechazados, tanto en el juicio inicial como en la apelación posterior. Tras agotar estas opciones, la defensa de Aldama decidió que el comisionista ofreciera su testimonio voluntario en un intento de cambiar su situación judicial. Mientras tanto, el caso Koldo avanza rápidamente, y el juez Ismael Moreno ya ha citado a Aldama para su declaración.
El comisionista ha afirmado tener pruebas sobre la financiación ilegal del PSOE, algo que ha dejado en vilo a los socialistas, pues estas revelaciones podrían involucrar a miembros destacados del partido. Aunque la veracidad de sus palabras no está confirmada, las acusaciones en su contra incluyen su vinculación con el entorno más cercano de Pedro Sánchez. Si bien el presidente ha negado conocer a Aldama, existen evidencias que los vinculan, como fotografías y viajes compartidos con su esposa, Begoña Gómez. Los contactos de Aldama con otros altos cargos del PSOE han sido también señalados en el sumario.
La declaración de Aldama ha generado gran preocupación dentro del PSOE, especialmente porque varias administraciones socialistas pagaron a su trama para adquirir material sanitario durante la pandemia de coronavirus. Gobiernos como el de Baleares, presidido por Francina Armengol, y el del archipiélago canario, bajo Ángel Víctor Torres, habrían tenido tratos con Aldama, lo que ha desatado un escándalo. Pruebas revelan que Aldama obtuvo grandes sumas de dinero en comisiones por estos negocios durante los momentos más críticos de la emergencia sanitaria.
A pesar de sus intentos de contactar con el PSOE para negociar su situación, Aldama ha experimentado un silencio absoluto por parte del partido, lo que ha aumentado su frustración. Fuentes cercanas al caso aseguran que un «fontanero» con vínculos de larga data con el partido ha intentado sin éxito interceder por él. Sin embargo, la incomodidad que genera el caso y su cercanía a figuras clave del Gobierno han dificultado cualquier tipo de acercamiento.
El futuro judicial de Aldama y su potencial revelación de información sensible sobre el PSOE sigue siendo una de las grandes incógnitas de este caso, que amenaza con abrir una nueva línea de investigación sobre la financiación del partido y sus relaciones con empresas privadas.