El empresario Víctor de Aldama ha llegado al Tribunal Supremo para declarar en el marco del caso de presuntas comisiones ilegales relacionadas con contratos de mascarillas. Esta comparecencia se produce después de que el exministro de Transportes, José Luis Ábalos, negara todas las acusaciones en su contra.
El magistrado Leopoldo Puente ha convocado a De Aldama y próximamente a Koldo García, otro implicado en la trama. Aunque no están aforados, el juez decidió investigarlos debido a su conexión directa con Ábalos, asumiendo la competencia del caso frente a la Audiencia Nacional.
Ábalos, en su declaración, rechazó haber recibido comisiones ilegales o haber facilitado adjudicaciones públicas a favor de De Aldama. También negó cualquier implicación en operaciones inmobiliarias sospechosas, como la adquisición de un piso en el Paseo de la Castellana.
Por su parte, De Aldama ha confesado previamente haber recibido millones en comisiones y haber pagado sumas significativas a Koldo y al exministro. Su testimonio en el Supremo podría contradecir las afirmaciones de Ábalos y aportar nueva documentación que respalde sus acusaciones.
La Fiscalía Anticorrupción está evaluando las pruebas presentadas por De Aldama, mientras que la Guardia Civil verifica sus declaraciones. El empresario busca colaborar con la justicia a cambio de beneficios legales, lo que añade una capa de complejidad al caso.
El caso ha generado una gran expectación mediática, especialmente tras la declaración de Ábalos, quien intentó sin éxito evitar que De Aldama conociera sus respuestas antes de su propia comparecencia.
El próximo en declarar será Koldo García, asesor cercano a Ábalos, quien hasta ahora ha mantenido silencio. Se espera que su testimonio aporte claridad sobre su papel en la adjudicación de contratos a cambio de comisiones.
Este caso sigue siendo un punto crítico en la investigación de presunta corrupción en contratos públicos durante la pandemia, con implicaciones potenciales para altos cargos del gobierno y del Partido Socialista.