La Alianza Socialdemócrata ha logrado una victoria crucial en las elecciones legislativas anticipadas de Islandia, obteniendo el 20,8% de los votos. Este resultado les coloca por delante del Partido de la Independencia, que obtuvo el 19,4%, y del partido Reforma, con un 15,8%. Sin embargo, para alcanzar la mayoría absoluta en el Parlamento, necesitarán formar coaliciones.
El Partido del Pueblo y el Partido de Centro también han obtenido representación significativa, con un 13,8% y un 11,5% respectivamente. El Partido Progresista, parte de la coalición saliente, sufrió una caída notable, logrando solo el 7,8%.
Dos partidos, el Movimiento de Izquierda Verde y el Partido Pirata, no lograron mantener sus escaños en el Parlamento. La salida del Movimiento de Izquierda Verde del gobierno fue un factor clave que llevó a estas elecciones anticipadas.
La líder socialdemócrata, Kristrún Frostadóttir, ha descartado una coalición con los conservadores, pero ha mostrado interés en colaborar con el Partido del Pueblo. Esta decisión podría ser crucial para la formación de un nuevo gobierno.
En cuanto a la política exterior, los socialdemócratas y los liberales son los únicos partidos que abogan claramente por el ingreso de Islandia en la Unión Europea. Sin embargo, el Partido del Pueblo se mantiene escéptico sobre esta posibilidad, reflejando la división de opiniones en el país.
Históricamente, Islandia ha sido reticente a unirse a la UE, aunque la crisis económica de 2009 llevó a una solicitud de ingreso que fue retirada posteriormente. Las encuestas recientes sugieren un cambio en la opinión pública, lo que podría influir en las futuras decisiones políticas.
El resultado electoral representa un revés significativo para la coalición gobernante, que ha perdido 24 puntos porcentuales y 18 mandatos en total. Este cambio subraya la volatilidad del panorama político islandés y la creciente demanda de nuevas políticas y liderazgo.