Hoy se ha descubierto de forma oficial la placa para rendir homenaje a los escoltas de Sánchez-Prado que corrieron la misma suerte que el alcalde más notorio de la ciudad: fueron fusilados a manos del ejército golpista. En el homenaje han estado presentes Alfonso González, hijo del fusilado Prudencio González, y Pedro Caliani, nieto del también ejecutado, Enrique Caliani. Ambos han agradecido el reconocimiento a sus familiares, que aunque «tarde, es merecido».
Ceuta es una ciudad peculiar sin duda. Y lo es en prácticamente todos sus ámbitos. De hecho, la historia de la ciudad no se escapa a estas singularidades. El golpe de Estado que protagonizaron las fuerzas golpistas en 1936 y que marcó el inicio de la Guerra Civil española comenzó en Ceuta. El 17 de julio de 1936 las tropas del general Yagüe tomaron la ciudad y al día siguiente, el alcalde Sánchez-Prado fue detenido. Sería fusilado el 5 de septiembre en la playa del Tarajal junto a Adolfo de la Torre, Ángel Guijo y Fidel Vélez.
Pasados cinco meses, el bando golpista puso en su punto de mira a los escoltas del alcalde. Sus nombres eran Juan Salvo Pastor; Julio Pardo Izaurriaga; Prudencio González Martin; Enrique Caliani Rodríguez; Cecilio Fernández García; Joaquín García Sánchez; y Víctor Sánchez Sánchez. Todos corrieron la misma suerte que su defendido: fueron asesinados por un pelotón de fusilamiento.
80 años después: el testimonio de un testigo directo
Hoy se ha descubierto una placa a los pies de la estatua de Sánchez-Prado para rendir homenaje a estos servidores públicos que fueron víctimas de una «venganza absurda», tal y como ha calificado los hechos el secretario general de UGT, José María Álvarez. Al acto han acudido dos familiares de dos de los escoltas fusilados: Alfonso González, hijo de Prudencio González y Pedro Caliani, nieto de Enrique Caliani.
Alfonso González, ha contado ante los medios como él mismo, junto a su madre y sus hermanos, acudieron a pedir clemencia por su padre. «Yo presencié el juicio sumarísimo en el cuartel de Sanidad. Éramos siete hermanos y, a los cinco más pequeños, mi madre nos llevó para pedir clemencia. Se echó a los pies del coronel Don Ramón Buesa. No creo que él lo hiciera a conciencia pero, al levantar el pie, creo que con el talón, le hizo polvo el dedo. Y le dijo a los guardias civiles: ¡Guardias, echad a estos rojos a la calle!«. El día 10 de enero fusilaron a mi padre en la puerta de Málaga de la fortaleza del Hacho». Además, González considera que este homenaje aunque «llega tarde, es merecido«.
Por su parte, Pedro Caliani, nieto de Enrique Caliani, también «ajusticiado» el 10 de enero de 1938, ha comentado que hasta hace relativamente poco no conoció muchos detalles de la historia de su padre porque su madre vivió «aterrorizada» y no gustaba de hablar de aquellos fatídicos hechos. Lo más que supo fue por boca de su tía. Por último ha lamentado que «ojalá le hubiera dado tiempo a mi madre a ver esto. Ojalá. Es muy importante para nosotros este reconocimiento«.
Ascensión Mendieta descansa junto a los restos de su padre, el primer exhumado de una fosa común
El secretario general de UGT, José María Álvarez, que se encuentra de visita en Ceuta conmemorando el 130 aniversario del sindicato, ha querido recordar también a Ascensión Mendieta, hija de Timoteo Mendieta, un sindicalista que fue fusilado también por el bando golpista. Ascensión falleció ayer a los 94 años con la tranquilidad de haber conseguido que su padre fuese el primer exhumado e identificado de una fosa común de asesinados por el régimen franquista.
Mendieta tuvo que recurrir a la justicia Argentina para encontrar la dignidad y el resarcimiento que la justicia española le negaba a ella y a su familia. En 2013 inició una odisea jurídica y burocrática hasta conseguir dar una sepultura digna a su padre en 2017. Pese a que no trascendió a los medios de comunicación la fecha y la hora del entierro de Timoteo Mendieta, ese día el cementerio se llenó de gente que quería mostrar su apoyo a Ascensión Mendieta y a sus hijos. Hoy, esta mujer que encarnó la lucha de los familiares de los represaliados por el franquismo, descansa en paz junto a los restos de su padre, tal y como ella deseaba.
Álvarez también ha tenido palabras para Alfonso González y Pedro Caliani, a quienes ha agradecido su presencia en el homenaje y el haber mantenido «la memoria viva». «Mantener la memoria viva es lo que nos va a garantizar un futuro de verdad y de dignidad. Conviene decirlo en Ceuta alto y claro: de verdad y de dignidad. Sin dignidad, sin verdad, sin que no nos miremos a la cara unos a otros y nos reconozcamos como somos, no podremos tener un futuro digno».
Imágenes de Gabriel Barba del acto-homenaje en el que se ha descubierto una placa en honor y memoria de los escoltas del alcalde Sánchez-Prado.