Tras la entrada de migrantes por el vallado fronterizo hay, al menos, 27 personas heridas, de ellas 11 son guardia civiles. Dos han sido dados de baja médica. Las instalaciones del puesto fronterizo ha quedado impracticable. La AEGC reclama al ministro de Interior más recursos humanos y materiales para el perímetro.
Hacía más de doce meses que no había una entrada tan numerosa como la de hoy y aunque las fuentes oficiales no la consideran una entrada «muy violenta» han resultado heridas, al menos, 27 personas.
Once de ellas son Guardia Civiles que intentaron parar al grupo más numeroso cuando entraba. Pese a que ninguno de ellos presenta heridas de gravedad, si que presentaban «contusiones por puñetazos y patadas», según han informado fuentes del Instituto Armado a El Foro de Ceuta. Dos de estos agentes han tenido que ser dados de baja médica por las contusiones que presentan.
La intensa niebla de esta mañana donde «no se veía a más de 5 metros» y la posible connivencia de Marruecos, ha hecho que la benemérita se haya visto sorprendida en una entrada que, según fuentes del cuerpo, se habría dividido en dos grupos. Uno habría roto los cristales del puesto de control para acceder y poder cruzar el perímetro fronterizo. Y un segundo grupo se habría dividido a su vez en dos, rodeando el espigón y saltando la valla. Esto explicaría la presencia de las ocho personas que han sido devueltas en caliente.
En su entrada, según asegura el Instituto Armado, los migrantes habrían utilizado palos, piedras, ácido clorídrico (cloro) y heces además de dar patadas y puñetazos. Por su parte la Benemérita habría utilizado gases lacrimógenos para disuadir a los migrantes en su empeño por entrar a suelo español.
Según fuentes del Instituto Armado, uno de los guardias fue atendido por la presencia de algún líquido abrasivo en los ojos, y dado de alta durante la mañana. Los otros agentes heridos presentaban contusiones en varias partes del cuerpo.
La AEGC reclama más medios
Por su parte, la Asociación Española de la Guardia Civil (AEGC) no ha tardado en reaccionar. La AEGC denuncia, tras la entrada de este viernes, las carencias de medios materiales y humanos con las que trabaja el Instituto Armado. Reclaman al Ministerio más medios antidisturbios y más personal para proteger el perímetro fronterizo.
“Entran con total impunidad porque saben que al otro lado de la valla van a encontrar a un puñado de guardias civiles sin ningún tipo de material antidisturbios que poco podían hacer frente a la marabunta que se les venía encima”, ha explicado AECG a través de un comunicado enviado a los medios, en el que ponen en el punto de mira al ministro del Interior en funciones, Grande-Marlaska, que “se comprometió con dar una solución al problema fronterizo desde el principio después de llevar años sufriendo asaltos masivos”.
Además preguntan al Ministro “¿cómo espera que una docena de agentes desarmados, porque no esperarán que usen sus armas reglamentarias contra ellos, hagan frente a 250 inmigrantes que tiene un arma invencible, el deseo de verse ya al otro lado fronterizo donde espera tener un futuro mejor?”.
Insisten en la gravedad de la situación y la falta de medios humanos y materiales y advierten que «hoy son seis los compañeros con lesiones de diversa consideración que aún siguen recibiendo atención médica. Agentes que pueden causar baja para el servicio dejando aún más tocada la mermada plantilla de la Guardia Civil”.
Finalizan un duro comunicado contra el gobierno explicando que si España “no está dispuesta a reforzar la frontera y no se equipara a los agentes con el material antidisturbios necesario, que además sirve como elemento disuasorio para el que está al otro lado, la próxima vez, los agentes de la Guardia Civil recibirán con confeti a los inmigrantes«.
La frontera de Ceuta impenetrable
Ceuta tiene dos vallas y un foso que protegen su perímetro fronterizo. Las vallas tienen seis metros de altura y están repletas de concertinas en la parte superior, además triple concertina en la parte baja de la zona marroquí y varios puestos de control y cámaras térmicas.
Marruecos, además, ha construido una valla con tres ruedas de concertinas, otro foso y policía montada. Ceuta está blindada a las posibles entradas de personas migrantes y de hecho hay un repunte de las entradas por mar y un descenso muy pronunciado de las entradas por tierra. Según datos oficiales de Interior por mar, a fecha 13 de agosto de 2019, habrían entrado 291 personas, un 10% más que en 2018; mientras que hay un descenso de las entradas por tierra de un 47,6% menos, esto en datos absolutos se traduce en 671 personas frente a las 1.281 personas que lo entraron el año anterior en el mismo periodo.