A esta redacción han llegado varias imágenes del ejemplar dando lo que parecía un plácido paseo acuático por el Foso de las Murallas Reales. Por su morfología y su comportamiento, podría tratarse de un miembro de la especie pastinaca pelágico, familia de la raya látigo. Estos ejemplares tienen uno o varios aguijones y su picadura es muy dolorosa, por lo que se recomienda no molestarlas ni acercarse a ellos si son avistadas
Este miércoles el Foso de las Murallas Reales ha recibido a un visitante que no es tan habitual como se podría pensar. Su morfología y su comportamiento, apuntan a que se trata de un miembro de la especie raya pelágica, familia de la raya látigo común. Esta especie se caracteriza por tener unas anchas aletas pectorales que llegan a rodear todo su cuerpo y un aguijón venenoso cuya picadura produce un dolor muy intenso en humanos, por lo que se recomienda no molestarlas si son avistadas.
El hecho de que se encuentre cerca la superficie es lo que nos lleva a pensar que se trata de una especie pelágica, ya que el resto de rayas prefieren permanecer apostadas en el lecho marino, que es donde se alimentan. Sin embargo, las rayas pelágicas suelen pasar toda su vida cerca de la superficie cazando de forma activa. Su alimento favorito consiste básicamente en invertebrados y peces óseos.
Se trata de una especie ovivípara, que llega a tener camadas de hasta trece crías al año, a las que alimenta con leche uterina, rica en lípidos y proteínas, que es proporcionada por la madre mediante numerosas extensiones del epitelio uterino llamadas «trophonemata».