El paso fronterizo de Belyounech ha sido testigo de una imagen insólita: varias motos de aguas han cruzado al lado español para recoger a marroquíes atrapados en Ceuta e introducirlos en el país vecino que sigue teniendo sus fronteras terrestres completamente cerradas
Antes de la pandemia, era una imagen común, por desgracia, que las motos de agua, sobre todo en verano, cruzasen irregularmente las fronteras acuáticas para dejar en aguas de la parte española a migrantes de origen marroquí y argelino o incluso a personas procedentes de los países del África subsahariana. Sin embargo, debido al hermético cierre de fronteras que llevó a cabo Marruecos durante el mes de marzo con motivo de la pandemia de COVID-19 ahora estos vehículos cruzan solo con el piloto a bordo para recoger a personas a este lado de la frontera e introducirlas en Marruecos. Se trata de ciudadanos/as del país vecino que quedaron «atrapados» en Ceuta y que no pueden cruzar a través del paso fronterizo del Tarajal para volver a sus hogares.
En la otra parte de la frontera marítima de Ceuta con Marruecos, la que está junto al Tarajal, también se han vivido escenas insólitas. En esta zona el control de las autoridades tanto españolas como marroquíes es mayor que en el paso de Belyounech y eso impide que estos vehículos puedan acceder con facilidad por ese lado de la costa. Por ello, lo que se suele dar en este punto son intentos desesperados de ciudadanos marroquíes, hombres en su inmensa mayoría, que tratan de bordear el espigón a nado y alcanzar su país de origen y residencia.