El encuentro «Violencia económica: un aspecto inexplorado de la violencia de género» ha contado con la participación de Victoria Rosell, delegada del Gobierno contra la Violencia de Género e Inmacula Dominguez, directora del proyecto ECOVIO. El proyecto ECOVIO (Violencia Económica: abriendo caminos para garantizar los derechos fundamentales de las mujeres y la infancia) está financiado por el programa Rights, Equality and Citizenship de la Unión Europea, entre cuyos fines se encuentra investigar y visibilizar la violencia económica, así como proponer medidas para la reducción de la misma.
La violencia de género puede afectar a cualquier mujer independientemente de su estrato social. Lo mismo ocurre con la violencia económica que tiene como objetivo final el control sobre la mujer y dificultar el acceso de esta a los recursos económicos, disminuyendo su capacidad para mantenerse a sí misma, sus hijos e hijas y sus hábitos y modos de vida previos, haciéndola dependiente del perpetrador en términos financieros, y reduciendo sus posibilidades de salir del ciclo de abuso.
La Delegación del Gobierno Contra La Violencia de Género ofrece en su última Macroencuesta datos sobre la violencia económica apoyándose en cuatro variables que impiden la independencia de las mujeres : se ha negado a darle dinero, no le ha dejado trabajar o estudiar, le impide la toma de decisiones o utiliza su dinero para beneficio propio.
Las conclusiones de la encuesta revelan que el 11,5% de las mujeres mayores de 16 años han sufrido violencia económica, lo que corresponde a más de 2 millones de mujeres. Unos resultados que la delegada del Gobierno contra la Violencia de Género, Victoria Rosell, ha calificado de “bastante notables”. Según la encuesta, la situación más común ha sido la de impedir que la mujer decida sobre la economía familiar o, incluso, realizar compras de manera unilateral. Una vez más, las extranjeras son las más afectadas por este tipo de violencia.
Como ha explicado la directora del proyecto, Inmaculada Dominguez, desde ECOVIO (Violencia Económica: abriendo caminos para garantizar los derechos fundamentales de las mujeres y la infancia) se ha llevado a cabo un trabajo de campo con encuestas a 120 españolas víctimas de la violencia de género y a otras 120 que no han sufrido violencias, como único requisito es que hayan sido madres. Asimismo, las tres tácticas específicas de la violencia económica que han estudiado a través de las encuestas han sido: el control económico (que ocurre cuando la pareja te obliga a mostrar los tickets de compra), explotación económica (cuando usa el dinero familiar únicamente en beneficio propio o cuando somete a la familia a deudas) y el sabotaje laboral (impedir a la pareja ir a trabajar o, incluso, permitir que trabaje pero a la hora de promocionar o de seguir formándose poner impedimentos).
Es importante señalar que la violencia económica no está presente únicamente durante la convivencia sino que tras el divorcio puede seguir perjudicando a la mujer y a las criaturas, por eso, explica Inmaculada Dominguez, «todas las encuestadas se habían separado hace mínimo dos años«.
Dominguez ha querido mostrar los resultados del estudio en relación a los convenios de separación, donde el 70% de las mujeres que no habían sufrido abusos lo hacía mediante acuerdo, sin embargo, más de la mitad de ellas no alcanzaron satisfacción durante el proceso (sólo el 40% lo logró).
En el grupo de víctimas de violencia machista, la mayoría de esas madres no habían conseguido un acuerdo en los trámites de separación (únicamente el 17%) y sólo el 3% podía decir estar satisfechas.
Y, ¿qué pasa con los pagos? El retraso o impago de las deudas ha sido también tenido en cuenta por ECOVIO. La mayoría de las mujeres víctimas de violencia de género (70%) han sufrido retrasos o impagos por parte de su expareja. Esta situación es complicada, ya que en muchos casos ponerse en contacto con el que fue su maltratador para reclamar los pagos puede provocar en ellas consecuencias psicológicas. En el caso de las que no han sufrido violencia física el porcentaje ha sido de 41, más del 50 por ciento cree que se dio de forma voluntaria.
En cuanto a los gastos extraordinarios de los niños, niñas o adolescentes como pueden ser los campamentos, el cine, los cumpleaños … el 78% de los hombres que maltratan a sus parejas no los ha cubierto.