La Fundación de la Mezquita Hassan II de Casablanca reacciona a las críticas suscitadas por la decisión de cobrar por la visita a la explanada y al museo de la mezquita más grande del Marruecos.
Tras la ola de indignación suscitada por la decisión de cobrar por la visita al patio exterior y al museo de la mezquita Hassan II de Casablanca, la Fundación del mismo nombre reaccionó.
Una fuente de la organización confirmó en declaraciones al medio marroquí Le360 que se organizan visitas guiadas de pago dos veces al día: la primera de 9 a 12 horas, y la segunda a las 15 horas. También aclaró que el acceso es gratuito para todos durante los tiempos de oración.
Las puertas de la mezquita se abren media hora antes de la oración y permanecen abiertas media hora después de que finaliza. Las cantidades pagadas por los visitantes de estos lugares oscilan entre 60 y 75 dírhams para los marroquíes y 140 dírhams para los circuitos «turísticos extranjeros», confirma también.
Sobre los motivos de esta medida, el mismo funcionario explicó que tiene como objetivo principal controlar y organizar las visitas con el fin de prevenir ciertas conductas que perjudican el carácter espiritual de este lugar.
Entre ellas, precisa, la explotación del patio de la mezquita para el comercio, con una presencia cada vez más importante de vendedores ambulantes, así como reuniones inapropiadas.
Además, añade, estas cantidades recaudadas ayudan a cubrir los costes de los esfuerzos realizados para mantener la limpieza y el esplendor de la mezquita, considerada una de las atracciones religiosas y turísticas más importantes de Marruecos, y a financiar nuevos servicios ofrecidos a los visitantes de hacer que su experiencia sea más interesante.
Nuevos servicios ofrecidos a los visitantes.
Estos visitantes van acompañados de un guía turístico que les proporciona explicaciones sobre la historia de la mezquita, sus características arquitectónicas y su papel religioso y cultural.
Hay que recordar que las críticas a esta decisión evocan principalmente una contradicción entre la imposición de una tarifa de entrada a este monumento y su carácter espiritual e histórico.
Quienes protestan contra esta medida también argumentan que esta mezquita forma parte de la identidad cultural y religiosa de los marroquíes que contribuyeron a su construcción, bajo el reinado del difunto rey Hassan II.