El presidente no ha querido dar una fecha concreta ya que este un asunto que están llevando al día desde la Consejería de Sanidad y los equipos directivos de las distintas residencias de la ciudad. Sin embargo, si ha deslizado que a partir del próximo lunes día 15, siempre y cuando Ceuta pase a la Fase 3, se comenzará a reanudar este servicio para que las familias de los/as residentes pueden volver a encontrarse con ellos/as después de 3 meses de separación forzosa
A partir del próximo lunes día 15 podrían comenzar a reiniciarse las visitas en las residencias de la ciudad, así lo ha deslizado el presidente de la ciudad, Juan Vivas. Aunque todavía no hay nada decidido y dependerá de cómo evolucione la situación, la previsión es que, una vez Ceuta entre en la Fase 3, se permita que las personas que viven en las residencias puedan ser visitadas por miembros de sus familias o incluso se estudia también la posibilidad de permitir que los/as residentes puedan realizar salidas. En cualquier caso, las residencias, en colaboración permanente con la Consejería de Sanidad, han diseñado un protocolo para la reapertura del régimen de visitas, así como un plan de contingencias por si se produjese algún contagio.
Otra cuestión que está sobre la mesa es la de permitir nuevos ingresos también a partir de la próxima aunque en este asunto son varios los factores a tomar en consideración. Para ingresar a alguna de las residencias, será necesaria una doble confirmación (mediante test y PCR) de que la persona en cuestión no está contagiada de COVID-19 y además tendrá que pasar un periodo de cuarentena antes de normalizar su ingreso en el centro.
Después de tres duros e interminables meses de aislamiento en los que los dispositivos móviles han servido para paliar esta falta de contacto entre residentes y familiares, parece que por fin llega el momento de volver a mirar a los ojos a ese ser querido al que tanto hemos echado de menos.
Sin embargo, ahora se abre una nueva etapa para las residencias de Ceuta en la lucha contra la COVID-19. Tras su exitoso blindaje se exponen por primera vez al virus y, lógicamente, la preocupación está en el aire. Hay que tener en cuenta que estos centros siguen como si todavía estuvieran en la Fase 0 de la desescalada. No se permiten salidas, salvo en casos muy puntuales relacionados con cuestiones sanitarias y que se realizan bajo unas estrictas y escrupulosas medidas de seguridad e higiene. Las visitas que se han permitido durante la Fase 2 han sido con cuentagotas y se han debido a fallecimientos o a crisis de carácter psicológico en las que se ha entendido por el propio centro que el/la residente precisaba de una visita familiar para mejorar su estado -evidentemente, estas visitas también han seguido al pie de la letra las medidas de higiene y seguridad-. Es decir, el aislamiento ha sido total y el contacto con el virus nulo.
La amenaza es real y un brote de contagios en una residencia podría ser catastrófico. Ahora bien, tenemos las herramientas necesarias para evitar que ocurra y no son otras más que la responsabilidad social y las recomendaciones higiénico-sanitarias. Si usamos mascarillas, evitamos el contacto físico en la medida de lo posible y mantenemos una correcta higiene de manos, las residencias de Ceuta podrán seguir diciendo con orgullo que no han tenido ni tienen casos de COVID-19.