¿Qué pasó hace 40 años? ¿Cómo nos ha ido durante todo este tiempo? Con estas dos preguntas ha iniciado el presidente de la Ciudad, Juan Vivas, su intervención en el acto institucional de conmemoración del cuadragésimo aniversario de la Constitución, que se ha celebrado en el Salón del Trono del Palacio de la Asamblea y durante el que ha apelado al consenso y diálogo políticos que ahora, frente a lo sucedido hace cuatro décadas, considera que se echa en falta para, con base en el marco jurídico que ha propiciado una prosperidad del país nunca antes conocida afrontar con éxito y unidos los desafíos que plantea el futuro, para lo que ha estimado indispensable sembrar en la familia y la escuela la semilla del respeto, la honestidad y el patriotismo.
“Los españoles fuimos capaces de llevar a cabo el pacto de reconciliación nacional más importante de nuestra historia; no quisimos que las heridas del pasado arruinaran el porvenir; nuestros mayores, a base de sacrificio, sudor y privaciones, dando más de lo que podían, habían creado las condiciones para que la opción de la libertad y la democracia fuera posible, además de deseada; pasó que el Rey, junto con unos políticos de una altura difícilmente superable, encabezados por la figura del recordado presidente Suárez, quisieron y supieron interpretar los deseos y aspiraciones de la sociedad española, quisieron y supieron ceder en lo accesorio para coincidir en lo fundamental, quisieron y supieron elaborar una Constitución que es de todos por no serlo de nadie en particular”, ha comenzado la respuesta.
“Mientras transitábamos a la democracia, aprendimos el significado de la palabra consenso: la voluntad de acordar y dialogar, sobre todo dialogar, hasta el límite del desfallecimiento”, ha continuado antes de lamentar que ahora “se echa en falta”. “Aunque la situación de ahora es muy distinta de la de hace 40 años, cuando se iniciaba una inmensa obra en un ambiente, y en unas condiciones, de extrema precariedad y dificultad, no es menos cierto que seguimos estando necesitados de espacios de encuentro donde la lucha partidista esté subordinada al interés nacional”, ha agregado antes de completar que es “evidente” la necesidad de procurar que el “insulto” no sustituya en el debate político a los argumentos. “Es un mal ejemplo para la sociedad” además de “una senda peligrosa que conduce al desprestigio de las instituciones” y de quienes las sirven y representan.
Respecto de cómo nos ha ido a los españoles en estos 40 años, el presidente ha considerado que “muy bien”. “Somos una democracia avanzada y sin tacha”, ha comenzado a fundamentar su afirmación y ha seguido profundizando: “En España están garantizados todos los derechos y libertades civiles, políticos y económicos; en España es la ley quien establece los límites de lo que se puede y no se puede hacer, una ley igual para todos, sin discriminación por razón de credo, raza, sexo o cualquier otra condición; en España nadie es perseguido ni privado de libertad por sus ideas; en España hay políticos en prisión, por diferentes causas, pero no presos políticos”.
Además, en el ámbito socio económico el salto ha sido “espectacular”, ha comentado con base en indicadores tan elocuentes como la esperanza de vida, la renta per cápita, las tasas de ocupación, los servicios públicos esenciales y la incorporación de la mujer al mercado laboral; y otras áreas, como las referidas a la sanidad, las infraestructuras del transporte y las telecomunicaciones, España ocupa “lugares de vanguardia”. “Nuestros médicos, nuestros ingenieros, nuestros militares, nuestros empresarios, nuestros deportistas y nuestros artistas son de los más valorados del mundo”, ha subrayado.
“A los españoles corresponde el protagonismo en este relato de éxito, pero también la Constitución ha desempeñado un papel decisivo”, ha hilado Vivas para poner en valor al protagonista de la jornada: la Carta Magna y su papel “decisivo” en la historia de prosperidad relatada, pues como marco legal, político e institucional lo ha propiciado, además de haber reportado estabilidad y seguridad jurídica para el desarrollo de las capacidades y fortalezas y de haber permitido e impulsado la integración en la Unión Europea y en la moneda única.
“La Constitución y los pilares que la sustentan, sus fundamentos”, ha añadido el presidente de la Ciudad, para quien defender la vigencia de esos fundamentos es un asunto de “trascendencia”, como se ha puesto de relieve en el propio acto de celebración del cuadragésimo aniversario de la Constitución, durante el que representantes de la sociedad civil han leído los artículos del Título Preliminar de la Ley de Leyes.
“Cuando defendemos los valores de la libertad, la justicia, la igualdad y el pluralismo político, estamos defendiendo un modelo de vida y convivencia que protege, como ningún otro, la dignidad humana y que favorece, como ningún otro, el bien común, el progreso y el dinamismo de la sociedad”, ha desarrollado el jefe del Gobierno de Ceuta. “Cuando defendemos la soberanía nacional, estamos defendiendo que la misma reside en el pueblo español, una potestad que no puede enajenarse ni fragmentarse”, ha remarcado y ha resaltado: “Cuando defendemos la unidad de España y su integridad territorial, estamos defendiendo nuestra existencia como nación”.
“Cuando defendemos la solidaridad, estamos defendiendo la igualdad de todos los españoles con independencia de cuál sea su lugar de residencia”, ha proseguido esa línea argumental, que ha completado como sigue: “Cuando defendemos la monarquía parlamentaria estamos defendiendo la forma política del Estado que, en nuestra historia contemporánea, más beneficio nos ha reportado en clave de paz, libertad y bienestar”.
“Por ser los pilares de nuestro modo de vida y de convivencia, por lo mucho que está en juego y para no tropezar con las mismas piedras del pasado, tenemos el derecho y la obligación de defender dichos fundamentos, y de hacerlo con todos los recursos que la ley otorga, con firmeza, sin titubeos”, ha opinado. “No hacerlo, ceder o consentir ante quienes quieren destruir España sería una gravísima irresponsabilidad de consecuencias tan irreversibles como letales”, ha apostillado el presidente.
A lo sucedido y vivido en estos cuarenta años de democracia ha apelado Vivas para afrontar el futuro y sus retos, entre los que ha citado el demográfico y la sostenibilidad del sistema de pensiones y de los servicios públicos esenciales; la necesidad de atraer y radicar talento, no perder el tren de la revolución digital, dar oportunidades de empleo a los jóvenes, diversificar la estructura productiva y mejorar los niveles de renta, productividad y competitividad; y el tratamiento adecuado del fenómeno de la inmigración, en el ámbito, ha puntualizado, de una política común europea.
Ha completado el listado de desafíos con otros tres: la igualdad efectiva y real entre hombres y mujeres; la eliminación de las barreras de todo tipo que dificultan la calidad y condiciones de vida de las personas con discapacidad, “un reto que hoy adquiere especial significación por tratarse del Día Internacional de la Discapacidad, ha dicho; y la lucha eficaz contra la violencia de género y contra el terrorismo.
“Durante este tiempo hemos hecho cosas importantes; la más importante, la derrota de ETA y demás bandas terroristas, una derrota que ha sido posible gracias a la tenacidad, abnegación y profesionalidad de nuestras Fuerzas y Cuerpos de Seguridad y jueces”, ha celebrado el presidente de la Ciudad. “Ante tanta sangre derramada, tanto dolor sin consuelo, tantos huérfanos, tantas viudas, tantas familias destrozadas por unos criminales fanáticos y sin conciencia, solo nos cabe una respuesta: estar con las víctimas y apoyar sus legítimas demandas de verdad, memoria, dignidad y justicia”, ha completado esta parte de su alocución, en la que ha dejado para el final lo propicio de la jornada para dejar constancia del orgullo de ser españoles: “Orgullosos de la nación más decisiva en la Historia de la Humanidad; orgullosos de la Hispanidad; orgullosos, en fin, de una lengua bellísima que hoy hablan cerca de 600 millones de personas”.
“Una fecha propicia igualmente para proclamar y renovar nuestro amor a la patria”, ha comentado de este “sentimiento de pertenencia a una tierra y a su gente; a su historia, sus héroes, sus leyendas, sus gestas y sus sueños; a su patrimonio cultural, sus tradiciones, sus acentos, sus costumbres y sus pasiones; a su paisaje, sus caminos, sus montes, sus ríos, su cielo y sus mares; a sus monumentos, su literatura, su música y su pintura; a sus colores, sus olores y sus sabores; y a su carácter”. “Una manera de ser y de sentir a la que es imposible renunciar porque es algo que llevamos dentro, que nos acompaña siempre”, ha evocado.
“Será porque los valores constitucionales son vitales para nuestra ciudad, cuestión de supervivencia; será porque aquí llevamos a flor de piel lo que significa servir a España; será porque los asedios, las amenazas, las dificultades y el coraje para resistir son, desde el origen, una constante de nuestra historia; o será por la suma de todo esto, pero lo cierto es que aquí, en esta otra orilla, en esta tierra ardiente de corazones y templos abiertos, de convivencia, el patriotismo se vive y se siente de una manera muy especial”, ha expresado. “Algo tan evidente como explícito se manifiesta, de manera espontánea, en el cariño y respeto que los ceutíes muestran a los símbolos de la patria y a nuestro ejército, y en la inquebrantable lealtad al Rey”, ha rematado, “fiel al sentimiento generalizado de los ceutíes, antes de rematar con tres vivas o, como ha dicho, compromisos de lealtad: a España, a la Constitución y al Rey