El diputado de Caballas, Mohamed Ali, y el presidente de la Ciudad, Juan Vivas, han mantenido, en el Pleno de control celebrado este viernes, un debate sobre las medidas que se pueden aplicar para revertir la situación acutal. Vivas sostiene que defenderá acabar con la excepcionalidad del Tratado Schengen y con la mano de obra extranjera, aunque se quede «solo», mientras Ali preferiría que se apostase por el Tratado de Buena Vecindad
Mohamed Ali comenzaba su interpelación recordando a Juan Vivas que en legislaturas anteriores Caballas ya había llevado al pleno cuestiones similares a las que ahora se debaten y que están de plena actualidad despúes de las decisiones unilaterlas de Marruecos que han afectado negativamente a la economía local, y que sin embargo el Gobierno de la Ciudad argumentaba que «los localistas estos están locos». Además de este reproche, para el diputado de Caballas, «si se plantean las cosas, se tiene que ir con ellas hasta el final y todo lo que usted defiende lo puede defeneder su partido en otros foros como las Cortes o el Parlamento europeo y no lo hace«.
Así, Ali continuaba reprobando algunas de las 140 medidas que presentó Vivas a principios de semana. En especial se ha referido a la eliminación de la excepcionalidad al Tratado Schengen y a la propuesta de que las empresas locales dejen de contratar mano de obra transfronteriza en beneficio de la mano de obra local.
Según Ali, Vivas no tiene el consenso de la Asamblea ni de la Patronal
Los reproches concretos han sido, para el caso del Tratado Schengen, que no tiene consenso ni con la Asamblea ni con la ciudad hermana de Melilla y que, a juicio del de Caballas, la propuesta del presidente no está bien meditada. «El presidente de Melilla dice que no se plantea la eliminación de la excepcionalidad Schengen ¿usted cree que se van a quitar a Ceuta y se la van a dejar a Melilla?» preguntaba Ali mientras Vivas negaba con la cabeza. Sobre la cuestión de la mano de obra trasnfronteriza, Ali ha recordado a Vivas que la Patronal ceutí ya se ha pronunciado públicamente rechazando esa medida.
Vivas, si hace falta, se quedará «solo» defendiendo suprimir la excepcionalidad Schengen
Por su parte, el presidente de la Ciudad, contestaba a su adversario político que las nuevas hostilidades que ha llevado a cabo el gobierno de Marruecos han precipitado los acontecimientos y han evidenciado que «Ceuta no puede depender de Marruecos» en aspectos referentes a la economía local, el control del flujo migratorio de nacionales marroquíes y argelinos o el bienestar de la ciudad y sus habitantes. En este sentido, Vivas aseguraba que quiere tener una buena relación con Marruecos porque es un socio importante, pero «ellos en su casa y nosotros en la nuestra«.
Sobre la posibilidad que planteaba Ali de reclamar al Gobierno de la Nación que se firme un Tratado de Buena Vecindad con Marruecos para que Ceuta y Melilla, el presidente de los ceutíes se muestra poco entusiasta. «Voy a seguir defendiendo la propuesta de acabar con la excepcionalidad del Tratado Schengen porque creo que es la única salida que le queda a Ceuta. Hay que consumir en Ceuta y hay que contratar a trabajadores de Ceuta«.
Ali ha reprochado a Vivas que hable de mano de obra local mientras que TRAGSA contrata trabajadores peninsulares
Ali ha asegurado que en caso de implementar la medida que propone el presidente, los/as ciudadanos/as ceutíes tendrían que solicitar un visado en Algeciras para poder cruzar la frontera marroquí, lo que supondría que la ciudad queda «taponada» por el sur. Una cuestión que para el de Caballas, no ha sido objeto de reflexión por parte de Vivas a la hora de plantear la medida. Sobre la contratación de mano de obra local por parte de los empresarios, el diputado de Caballas instaba al Gobierno de la Ciudad a «dar ejemplo» ya que, según Ali, la mayoría de personal que trabaja en las obras que la Ciudad ha adjudicado a TRAGSA, viene de la península.
El presidente ha negado la mayor en ambos casos y ha insistido en que buena parte de la presión migratoria que sostiene la ciudad llega procedente del país vecino gracias, precisamente, a esa excepción del Tratado Schengen. «Los que entran con malas intenciones, que son una minoría, pero que también entran, dejarían de entrar» advertía Vivas que finiquitiba su intervención puntualizando que «si no hay frontera, Ceuta se parecerá cada vez más al otro lado«.