El presidente de la Ciudad ha viajado a Bruselas para asistir a la presentación del informe promovido por el eurodiputado de Ciudadanos, Jordi Cañas. Denominado «Ceuta y Melilla, + España y + Europa», será presentado esta tarde en el Parlamento Europeo. Juan Vivas ha hablado de cuatro premisas para la ciudad: la aplicación del acervo de Schengen para peatones y la Aduana Comercial para mercancías, la dotación de recursos humanos, materiales y tecnológicos en la frontera, las estrechas relaciones de colaboración con el país vecino para que funcione bien, y el Plan Estratégico para definir el futuro de Ceuta
El presidente de la Ciudad, Juan Vivas, que se encuentra en Bruselas con motivo de la presentación del informe «Ceuta y Melilla, + España y + Europa» en el Parlamento Europeo promovido por el eurodiputado de Ciudadanos, Jordi Cañas, ha sido entrevistado por Radiotelevisión Ceuta, que se encuentra en las instalaciones de esta institución para dar cobertura al acto. Vivas ha explicado que el nexo que les lleva hasta Bruselas es el mismo que el de la ciudad autónoma vecina: «venimos a hablar de Ceuta y Melilla, de España y de Europa, en un mismo ámbito institucional y político».
Asimismo, el máximo representante del Gobierno de la Ciudad ha confesado su deseo de que la frontera funcione bien «de acuerdo a su condición de frontera exterior de la Unión Europea y normalizada con la generalidad de las fronteras exteriores de la Unión Europea, tanto en la circulación de personas como en la circulación de mercancías». Para ello, ha incidido en la aplicación del acervo Schengen sin excepciones para el tránsito de personas y el establecimiento de una aduana comercial para el paso de mercancías. «El Gobierno de la Ciudad apuesta por la integración de Ceuta en la Unión Aduanera siempre que esté garantizada la supervivencia del Régimen Económico y Fiscal de la ciudad que tan necesario es para el desarrollo de Ceuta», ha señalado el presidente de la Ciudad.
Del mismo modo, Vivas asume que Ceuta no puede ser región ultraperiférica porque no cumple los requisitos, pero sí que pide un tratamiento especial en relación con la legislación y las políticas de la Unión Europea, así como diferenciar Ceuta y Melilla del resto del territorio. «Somos las dos únicas fronteras terrestres de España y de Europa en el continente africano, a lo que se le suma la extra peninsularidad, la escasez de recursos naturales, la alta densidad de población, el reducido tamaño», ha especificado.
Al asunto de la frontera, el presidente de la Ciudad añadía la importancia del Plan Estratégico que, reitera, «tiene que abordar la potenciación de la presencia del Estado en Ceuta y el fomento de un nuevo modelo económico más sólido, más estable y con más capacidad de creación de empleo». En cuanto a la presentación del informe de Cañas, lo califica como «una aportación útil que viene a aportar y a complementar», pero insiste en que hay que analizarla.
El presidente de la Ciudad ha trasladado al embajador de la Representación Permanente de España ante la Unión Europea, Marcos Alonso Borras, el problema que tiene la empresa local de Borrás en cuanto a la exportación a territorio comunitario, un asunto que se está gestionando con el Ministerio de Sanidad y el Ministerio de Exteriores. «Le he pedido al embajador que nos apoye, tenemos que defender a la única industria que tenemos en Ceuta y que ha logrado producir y exportar al resto de España y Europa», ha reivindicado Juan Vivas.
En cuanto a las relaciones comerciales entre Ceuta y Marruecos y la interdependencia económica, el presidente ha sentenciado que «la economía de Ceuta no depende de Marruecos» y que el cierre de la frontera lo ha demostrado. «No digo que no haya tenido un impacto no evaluable en el ámbito de lo que podríamos denominar como economía sumergida«, ha especificado, argumentando que si se mide por el número de personas cotizantes a la Seguridad Social, en febrero de 2020, el número de personas que cotizaban, -si no computamos a las empleadas del hogar-, «resulta que era menor que el que ahora hay». En términos de cotizantes, salvo con los trabajadores transfronterizos, no ha tenido impacto. Sin embargo, el máximo representante del gobierno autonómico reconoce que sí que se ha visto afectada la Hacienda de la Ciudad desde el punto de vista de la recaudación del IPSI, pero que esto se ha visto compensado por el Estado. «Los autobuses y taxis sí que se han visto afectados, así como las agencias de viajes, pero en conjunto, el empleo no se ha visto afectado salvo en los trabajadores transfronterizos», ha reiterado, añadiendo que eso no quiere decir «que no deseemos una actividad turística relacionada con el país vecino y unas relaciones comerciales normalizadas«.
Según las estimaciones que se hacían cuando la frontera estaba abierta y «no había controles ni condiciones», el descenso de la intensidad de los flujos ha sido de un 90%. Cuando se produce ese descenso, asegura el presidente, «todo funciona mejor». «Hay menos colas, no hay colapsos, y eso ayuda al desenvolvimiento de las actividades comerciales. La aduana comercial es fundamental para sustituir el comercio atípico transfronterizo por expediciones comerciales regladas en acuerdo con el país vecino».
Por último, el presidente de la Ciudad ha hablado de cuatro premisas: la aplicación del acervo de Schengen para peatones y la Aduana Comercial para mercancías, la dotación de recursos humanos, materiales y tecnológicos en la frontera, las estrechas relaciones de colaboración con el país vecino para que funcione bien, y el Plan Estratégico para definir el futuro de Ceuta.