El presidente de la Ciudad ha asistido esta mañana a la Comisión General de Comunidades Autónomas del Senado donde ha expuesto la situación actual de Ceuta y ha exigido, una vez más, al Gobierno de Pedro Sánchez que se haga cargo de la inmigración irregular en la ciudad
El presidente de la Ciudad, Juan Vivas, ha asistido esta mañana a la Comisión General de Comunidades Autónomas del Senado donde, junto al resto de dirigentes autonómicos, han debatido la situación generada por el estado de alarma. La sesión daba comienzo con un minuto de silencio por las víctimas del coronavirus y la intervención de la ministra de Política Territorial y Función Pública, Carolina Darias, quien ha recordado el triple objetivo cumplido por el Gobierno de la Nación: contención de la epidemia, articulación de medidas de apoyo social y económico para mantener el tejido productivo y, finalmente, el que ha denominado como el «reto más importante», avanzar de manera conjunta dentro de un «mínimo común de entendimiento» y con una «máxima disposición al diálogo y llevando a cabo una política cordial».
Tras una amplia exposición de Darias sobre las conferencias de presidentes y las reuniones ministeriales, le tocaba el turno a los presidentes autonómicos, en el que han planteado propuestas, quejas o sugerencias. Llegado el turno del presidente de la Ciudad, Vivas ha aludido al «drama humano«, así como a las «devastadoras» consecuencias económicas y sociales que traerá consigo el coronavirus y que, en el caso concreto de Ceuta tendrá un «plus añadido de dificultad» por su extrapeninsularidad, reducido tamaño, falta de recursos naturales, el singular hecho fronterizo y otros condicionantes estructurales, a los que se suman «los hechos ocurridos durante los meses anteriores a la llegada de la crisis sanitaria, asociados a decisiones y situaciones procedentes del otro lado de la frontera y que no han encontrado, de nuestro lado, la respuesta adecuada por parte de quien puede y debe darla», ha apuntado Vivas, haciendo alusión al cierre de Marruecos y a la «llegada masiva de inmigrantes marroquíes, menores y adultos, hasta alcanzar cotas nunca antes conocidas y que, en el caso de los menores no acompañados, la situación adquiere tintes de verdadera alarma social y humanitaria».
Vivas ha recordado que la solución a este «problema directamente vinculado a la inmigración y que desborda nuestras capacidades«, se han realizado «muchas llamadas de atención y peticiones al Gobierno de la Nación pero ninguna respuesta. Tampoco ahora en el epicentro de la crisis». A consecuencia de ello, ha añadido, «cerca del 75% de los recursos extraordinarios que la Ciudad ha recibido para cubrir necesidades de emergencia social han tenido que ser empleados en el confinamiento y realojo de estos inmigrantes».
La decisión de Marruecos de cortar «cualquier tipo de relaciones comerciales» con la ciudad «tampoco tiene ninguna reacción por parte del Gobierno de la Nación», ha explicado en su intervención y, como resultado de ello, se produce una caída en un 40% del volumen de negocio del comercio local. «El principal yacimiento privado de actividad económica y creación de empleo de nuestra ciudad», matiza Vivas.
El golpe es de tal envergadura, ha expuesto, que la recuperación económica de Ceuta tras la crisis del coronavirus «no será posible si no se aborda un ambicioso plan de reconversión que apueste por más España y más Europa y que no dependa de decisiones que puedan tomarse al otro lado de la frontera. Si la reconstrucción nacional no viene acompañado de un nuevo modelo económico, Ceuta no tendrá futuro”, ha presagiado.
Sobre la inmigración
Vivas ha incidido también en la «presión de la inmigración irregular marroquí» que «desbordaba nuestras capacidades» y, en el caso de los menores no acompañados, «asfixiaba nuestra hacienda», ya que mientras la actividad comercial y económica se «desplomaba por causa del bloqueo de Marruecos», el Gobierno de la Nación «decide suprimir una parte sustancial de las transferencias que del Estado recibe la Ciudad, sin tener en cuenta que estas ayudas afectan a servicios esenciales, como es el caso de la producción de agua, que las mismas figuran en los Presupuestos Generales del Estado, y que los correspondientes gastos ya han sido atendidos por la Ciudad», ha apuntado.
«Cuanto más necesitamos de los recursos del Gobierno nos detrae la financiación ordinaria, un golpe duro que no entendemos», ha expuesto Vivas. «No comprendo como a una ciudad tan necesitada, con tantas limitaciones y siendo frontera terrestre de Europa y África, que está asediada, se la trata de esta manera».
Tras sus argumentos, Vivas ha pedido al Gobierno de la Nación que «se rectifique y, para ello, actúe porque está en juego la supervivencia de Ceuta». Vivas se ha dirigido directamente a la ministra de Política Territorial para que «acuda en socorro de la ciudad porque la unidad de España se sustenta en el deber de acudir en auxilio de España allí donde esté en peligro».
Modelo económico
En esta línea, el presidente del Ejecutivo local ha solicitado un «cambio de actitud para preservar la supervivencia de nuestra ciudad» para sentar las bases de un modelo económico más sólido y estable y que sea la Administración General del Estado la que asuma la «asfixiante y singular problemática de los menores extranjeros no acompañados», además de «potenciar la presencia del Estado en las áreas de Defensa, Seguridad, Justicia, Sanidad y Educación» y que las ayudas relacionadas con necesidades básicas «no estén supeditadas a la voluntad política del gobierno de turno».
Ha vuelto a pedir que la Nación afronte el problema de la inmigración en Ceuta «como algo singular» y no solo de los migrantes subsaharianos, sino también de los procedentes de Marruecos. «No es un asunto de Ceuta, sino de toda España, porque la situación es absolutamente insostenible«.
Al servicio de estos objetivos, Vivas ha recalcado que el Gobierno de la Nación «podrá contar con la más absoluta lealtad del Gobierno de la Ciudad», como una «obligación irrenunciable que entendemos forma parte del juramento que empeñamos: servir a España y a Ceuta por encima de cualquier otro interés partidista o personal».