El presidente de la Ciudad ha achacado la crisis a esta actitud, aunque ahora el país vecino está “dispuesto a acabar con las relaciones comerciales”
El presidente de la Ciudad, Juan Vivas, ha achacado la actual crisis con Marruecos a la “postura cómoda y quizá justificada” en la que ha vivido Ceuta durante los últimos años y que ha llevado a poner la economía local en “manos de un país vecino” cuyas aspiraciones hacia la ciudad son evidentes, según el responsable del Ejecutivo local, que asegura que “piensa lo que piensa sobre Ceuta y no se corta un pelo en decirlo”.
Ceuta, ha continuado Vivas, “siempre ha tenido aspiraciones de mejorar su desarrollo económico y con la aportación de Marruecos a la de demanda de nuestro comercio, incluso hemos apostado todo porque eso fuera más ágil, fluido y potente”.
Vivas ha reconocido que Marruecos está “dispuesto a acabar con todas las relaciones comerciales de la ciudad” y, ante ello, “hemos descubierto que la raíz del problema es que no podemos depender de Marruecos para el sostenimiento económico de Ceuta”.
Llamamiento a la contratación de desempleados de Ceuta
Por otra parte Vivas, ha hecho un llamamiento a las empresas locales para que hagan un “esfuerzo” en la contratación de desempleados de Ceuta frente a trabajadores transfronterizos y que sean los parados de la ciudad los que “adquieran las condiciones necesarias para atender esos yacimientos de empleo que ahora están ocupados por trabajadores transfronterizos”. Este planteamiento revertirá en un desarrollo endógeno de la ciudad y en la consecución de una frontera “como todas las de Europa”, ha apuntado Vivas.
Revisión del Tratado Schengen
Una de las cuestiones a revisar para lograr este objetivo pasaría por la revisión de la exención al Tratado Schengen por el que los residentes en Tetuán pueden acceder a la ciudad sin necesidad de visado. “Si esto se revisa, cualquier marroquí que pretenda acceder a la ciudad necesitaría visado y la consecuencia positiva sería la reducción de la presión migratoria de marroquíes que quieren entrar de manera irregular”, ha matizado Vivas.
La “eliminación de la presión en la frontera” tendría otro efecto, en este caso sobre los servicios afectados por la “inmigración irregular”, según ha enumerado Vivas al aludir al área de “menores, sanidad, educación o puerto”. Ese control y “contención de la inmigración irregular” llevaría, según ha aseverado Vivas, a que “sean las autoridades españolas y no las marroquíes las que decidan quien entra en Ceuta”.
Sobre las trabajadoras del hogar transfronterizas
En el saco de los trabajadores marroquíes, Vivas se ha apresurado a añadir que no afectaría a las trabajadoras transfronterizas “dadas de alta en la Seguridad Social” y cuyo número ronda actualmente las 2.000 y a las que se sumarían otras 3.000 personas también regularizadas.
El presidente ha apuntado que esta misma exención alude a un «visado limitado y múltiple» que permite «usarlo todos los días por lo que no hay que ir al consulado cada vez que se cruce a Ceuta».
En cifras totales, Vivas ha subrayado que el número de trabajadores transfronterizos varía entre los 5.000 y 6.000, “sumando los que están inscritos en la Seguridad Social y los de la economía sumergida”.