Derrotar la esclavitud del siglo XXI exige un enfoque de derechos humanos y una perspectiva de género. También requiere incorporar y revisar recursos para hacer frente a las distintas formas de trata y explotación que mutan y crecen cada día. Las organizaciones llevan tiempo reclamando la aprobación de una Ley Integral contra la trata a nivel estatal. Pero lo cierto es que la defensa de los derechos humanos pierde puntos frente discursos que sostienen que la seguridad, el beneficio económico y el mantenimiento del orden establecido son prioritarios.
La trata de seres humanos es un fenómeno complejo y global, que exige coordinación y formación entre todas las autoridades y recursos que intervienen en el proceso de detección, protección y reparación de las víctimas y persecución del delito.
La aprobación de una Ley Integral de Lucha contra la Trata de Seres humanos y Protección a las Víctimas ofrecería más garantías a las personas que sufren esta enorme violación de derechos humanos. Es lo que defienden las organizaciones que forman parte de la Red contra la Trata en el Estado español: Women’s Link, APRAMP, Proyecto Esperanza, entre otras. La Ley podría ser una herramienta para consolidar la perspectiva que sitúa a las víctimas en el centro de todo y garantizar un enfoque integral basado en derechos humanos. Una ley contribuiría también a algo fundamental: cambiar la percepción que la sociedad tiene sobre la trata y empezar a abordarla como un problema de derechos humanos.
Con motivo de la celebración del Día internacional contra la trata de seres humanos, retomamos dos entrevistas realizadas en el periodo de confinamiento, con dos mujeres que, desde distintos ángulos y experiencias, profundizan en la trata y aportan propuestas para abordar este tipo de violencia.