La extrema derecha ha colgado en sus redes un vídeo cortado y editado a conveniencia en el que denuncia «practicas dictatoriales» en el Pleno de la Asamblea contra Verdejo. Olvida el partido que Verdejo excedió por mucho el tiempo que el reglamento le asigna para intervenir y que, una vez se le llamó la atención, continuó hablando más tiempo del que le correspondía
La táctica de Vox Ceuta sigue siendo la misma: crispación, enfrentamiento y victimismo. En esta ocasión, el partido denuncia «prácticas dictatoriales» porque la socialista Cristina Pérez, vicepresidenta de la Asamblea, pidió a Carlos Verdejo en varias ocasiones que respetase el reglamento como hacen todos los diputados y diputadas.
Con un vídeo cortado y editado a conveniencia, la formación asegura que «el PSOE se quita la careta en el Pleno» y que «su vicepresidenta ejerce prácticas dictatoriales para dirigir el pleno cuando no le gusta lo que dice el representante de Vox». Olvida la ultraderecha, sin embargo, que Verdejo se había excedido en 10 minutos de los 30 minutos que le correspondían cuando Pérez le insta a ir acabando y que, tras ello, estuvo todavía varios minutos más en el atril. También olvida la ultraderecha que la de este viernes fue una sesión plenaria maratoniana de casi 10 horas en la que respetar los tiempos de los turnos de intervención era de vital importancia para el correcto desarrollo de la misma.
Los lloriqueos de la «derechita valiente» vienen siendo habituales desde que el Partido Popular le cerrase la puerta en las narices para abrírsela a los de la calle Daoiz. Estos lamentos de Vox Ceuta están teniendo un efecto rebote para la extrema derecha: cada vez son más la formaciones políticas que, hartas del juego manipulador que pretende poner en práctica Vox Ceuta, reclaman al líder de la ultraderecha, Juan Sergio Redondo, que «sea valiente«, que «dé la cara» y que deje de «esconderse detrás de Verdejo«. En el pleno de este viernes, sin ir más lejos, fueron el presidente de la Ciudad, Juan Vivas, y el coordinador general de Caballas, Mohamed Ali, quienes le instaron a ello. Este último, además, acusó a Redondo de ser «un fraude electoral«.