Se trata de una medida tomada por la compañía para frenar la viralización de bulos e informaciones falsas que están en pleno apogeo desde que se desató la pandemia
La apliación es la red social en la que más bulo y fakes news se comparten y en la que más difícil es perseguirlos
A raíz de esta decisión de WhatsApp, la extremaderecha ha creado un nuevo bulo que acusa al Gobierno de controlar la aplicación de mensajería junto con Facebook
Vox ha pedido a sus afines que se muden a Telegram para evitar la «censura» de WhatsApp
Paradojas del siglo XXI, WhatsApp toma medidas para frenar la proliferación de bulos virales a través de la aplicación de mensajería y provoca la creación de un nuevo bulo: una noticia falsa que tiene su semilla en la decisión de la red social de limitar el número de veces que se puede reenviar un mismo mensaje y que advierte sobre el supuesto control que el Gobierno ha ejercido sobre la aplicación de mensajería en la que estaría censurando contenidos.
Nada más lejos de la realidad. Lo que ha hecho la aplicación a nivel mundial es restringir a cinco el número máximo de personas al que un usuario puede enviar un mismo archivo/enlace, así como limitar la posibilidad de reenvío de un mensaje que haya sido compartido una cierta cantidad de veces. Esta es la explicación de que haya mensajes que solo se pueden reenviar a una persona.
La pandemia y el confinamiento no ayudan
Aunque España se presta más que otros países al bulo, el problema con la desinformación que se transmite vía WhatsApp existe a nivel mundial y la situación provocada por el nuevo coronavirus ha dispuesto un campo de cultivo perfecto para que el bulo crezca de forma exponencial. Así lo señalan todos los «facts-checkers» o verificadores de contenido que aseguran que un alto porcentaje de las mentiras que se han viralizado con respecto a la pandemia, lo han hecho vía WhatsApp. De hecho, en los últimos años la aplicación de mensajería ha desbancado a otras redes sociales como la principal fuente de generación y propagación de bulos y noticias falsas.
La extremaderecha y los bulos
Son varias voces, entre ellas las de la Unión Europea, las que atribuyen la propagación de buena parte de estos bulos y fakes news a movimientos políticos de extremaderecha. Sin ir más lejos, una Comisión de Seguridad de la UE celebrada en junio de 2019 señaló directamente a Vox tras asegurar que había descubierto «una red en Twitter con bots y cuentas falsas con el objetivo de impulsar hashtags anti-islam y a favor del partido populista de derechas». También Greenpeace, durante el pasado año electoral realizó una campaña contra la desinformación y los bulos que trataban de manipular y condicionar el voto.
Un estudio de Telefónica determinó que WhatsApp era la red social más usada por el 95% de la población española, mientras que una encuesta de la empresa Simple Lógica determinó que el 86% de españoles/as no era capaz de distinguir entre una noticia real y una noticia falsa, a pesar de que un 60% piensa lo contrario.
No en vano, las cuentas oficiales del partido en redes sociales ya enseñan cómo sortear la «censura» de WhatsApp animando a sus afines a mudarse a Telegram, donde el reenvío de archivos sigue siendo ilimitado.
¿Por qué WhatsApp es perfecta para los bulos?
Imagínese que estamos usted y yo sentados en un banco de cualquier parque y que alrededor nuestra hay más gente haciendo lo propio -cuesta hacerlo en la situación actual, lo sé-. Si yo quisiera engañarle con algún bulo o una noticia falsa, no se la contaría a voces; lo haría en voz baja para que nadie la escuche y pueda desmentirla. Lo mismo ocurre con las redes sociales: difundir bulos en redes como Facebook o Twitter es como gritarlos a los cuatro vientos, cualquiera puede escucharlos y denunciar que son falsos. Sin embargo, en WhatsApp todo es privado, clandestino y oculto. Es como un secreto que nos cuentan al oído, un mensaje que solo comparten emisor y receptor.
Volvamos al ejemplo de antes. Imagínese que he conseguido engañarle contándole un bulo y que usted al llegar a casa lo comparte con su familia. Ningún miembro de su familia, a priori, va a pensar que usted quiere engañarles. De hecho, usted no quiere, cree que lo que les está contando es verdad. El bulo, como un virus, ya se ha propagado y lo ha hecho beneficiándose de la confianza que tienen los receptores en los transmisores. Es justo lo que sucede con este tipo de desinformación en WhatsApp: normalmente nos la envían amigos/as, familiares, compañeros/as de trabajo… gente cercana, de nuestra confianza, que ha picado el anzuelo y que puede hacer que también nosotras caigamos en la trampa porque confiamos en su criterio.