Hoy se ha celebrado en el Campus Universitario una mesa redonda en memoria por la tragedia del Tarajal. Fue moderada por Sani Ladan e intervinieron Patuca Fernández, Youssef M. Ouled y Soda Niasse
En la mañana de este sábado, 4 de febrero, se ha celebrado en el Campus Universitario una mesa redonda con motivo de la X Marcha por la Dignidad y fue moderada por Sani Ladan e intervinieron Patuca Fernández con la ponencia ‘Deber de memoria: recordando a las víctimas de las fronteras’, Youssef M. Ouled con ‘Racismo institucional y social’ y con Soda Niasse con ‘Deber de hospitalidad: derecho a la vida’.
Patuca Fernández fue la primera en intervenir con la ponencia ‘Deber de memoria’, expuso que “es un privilegio compartir mesa para hacer memoria, cuando me pidieron que echásemos la mirada sobre la frontera sur, me abrumó la cantidad de noticias y de muertes a lo largo de tantos años de frontera. Para mí era importante dotar de contenido esta labor, lo hice a través de las flexiones de Reyes Mate”.
En esta línea, manifestó que “cuando hablamos del deber de memoria no solo es el sentimiento, es una manera de conocer la realidad para interpretarla, solo vamos a conocer la realidad de la frontera sur si hacemos memoria de lo ocurrido”. Por tanto, Fernández realizó durante su intervención una mirada al pasado sobre algunos de los acontecimientos más paradigmáticos la frontera sur. “Si hoy sabemos lo que paso en el Tarajal es por los supervivientes, mientras tengamos supervivientes de cada una de las tragedias podremos hacer justicia, de la única barbarie de la que no hay supervivientes es de las cámaras de gas”, lamentó.
La siguiente ponencia fue sobre ‘Racismo institucional y social’ de la mano del periodista Youssef M. Ouled que hizo hincapié en “las políticas migratorias de Europa y de España y de las consideraciones simbólicas de quienes son considerados personas y quien no, es cómo la UE se basa en sus políticas según sus intereses, cuando hay una falta de derechos las repercusiones no son tan sonadas para las personas que no los tienen”.
Destacó la política colonial «porque provienen de las colonias históricas de Europa, lo han sido de manera indirecta y ahora de forma directa». En la práctica lo que «hacen es seguir empobreciendo a quienes venimos de esos países de África con gobiernos con sistemas sanguinarios y antidemocráticos, España y Europa no tienen ningún problema en pactar con ellos. Hablamos de política racial porque se aplica por una condición racial, al final no son personas porque hay toda una serie de mecanismos que permiten que sean explotados” .
Respecto a esto, señaló que «hablamos de otras matanzas porque lo que sucedió en el Tarajal no es anecdótico, sino algo sistemático”. A tal objeto, puntualizó: «Gracias a las imágenes periodistas, las oenegés y los supervivientes sabemos la verdad, hablamos de un sistema racista porque quienes deberían velar por los derechos de todos y todas son quienes vulneran los derechos de las personas racionalizadas. Esta lógica que se aplica en fronteras va más allá, va intramuros”.
Para finalizar, indicó Ouled que «es posible otra forma de gestionar la migración, lo estamos viendo con Ucrania, una población que huye de una guerra y que tiene un trato humano y digno”.
Soda Niasse en su presentación sobre el ‘Deber de hospitalidad: derecho a la vida’, denunció que existe «un sistema de dominación que tenemos que luchar, una manera sería defender aquellos valores ancestrales que nosotros llevamos dentro, a pesar de que el sistema colonialista lleva años negándolo y suprimiéndolo. Niasse mencionó la Declaración de Derechos Humanos que realizó África en el siglo XXII y argumentó como en dicho continente tratan a las personas con hospitalidad.
El moderador añadió a la intervención de Niasse que “si nos están viendo los que legislan que aprendan de los africanos, esa África que nos cuentan que apareció de la nada y que los africanos no saben nada, ya tenían en el siglo XXII una Declaración de los Derechos Humanos. Europa tiene que aprender mucho de África en ese sentido”.
La mesa redonda tuvo una buen acogida con cientos de asistentes de oenegés y usuarios de Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes, entre otros oyentes que finalizaron al grito de: «¡Ningún ser humano es ilegal!».