La llegada de Xabi Alonso al banquillo del Real Madrid ha despertado grandes expectativas entre el madridismo. Sin embargo, su primer partido al mando del equipo, ante el Al Hilal, dejó claro que el técnico vasco aún tiene muchas cuestiones por resolver para recuperar el equilibrio y la identidad del conjunto blanco.
Xabi apostó desde el inicio por un esquema 4-3-3, confiando en Vinicius y Rodrygo como extremos para alimentar a Gonzalo en punta. Pese a ello, ambos delanteros tuvieron una actuación discreta, con pocas intervenciones destacadas y sin generar tiros a puerta. El técnico también destacó la importancia de Bellingham, aunque el inglés mostró poca incidencia con el balón durante el encuentro.
El Real Madrid sufrió en la primera mitad, cediendo la posesión al rival y mostrando problemas en la presión y el repliegue tras pérdida, aspectos que Xabi reconoció como pendientes de mejora. En la segunda parte, el equipo mejoró su control del balón y equilibrio, dejando indicios de nuevas ideas tácticas, como la incorporación de Trent Alexander-Arnold en el centro del campo.
Con apenas unos días de trabajo con el plantel, el vasco sabe que la tarea será ardua para moldear un equipo que arrastra la inercia de la temporada pasada. «Nos faltó equilibrio», admitió Xabi tras el partido, dejando claro que el camino hacia la renovación del Madrid acaba de comenzar.
