Las tropas de la Comandancia General de Ceuta han llegado esta mañana a Málaga procedentes de Bagdag y desde allí han puesto rumbo al puerto de Ceuta, donde han sido recibidas por familiares y allegadas tras dos meses de misión de adiestramiento en Irak
Ya están de vuelta y, afortunadamente, vuelven todas sanas y salvas. Las tropas de la Comandancia General de Ceuta pisaban suelo español este domingo al aterrizar en Málaga procedentes de Bagdad, capital de Irak. Pocos después una buena parte de ellas ponía rumbo al puerto de Ceuta. Esperando su llegada con los brazos abiertos y la euforia contenida por el recuentro, tras sesenta días de separación, que estaban a punto de experimentar, familiares y personas allegadas esperaban a sus héroes y heroínas particulares.
Han sido dos meses en las que los efectivos de la Comandancia General de Ceuta han contribuido al adiestramiento de tropas iraquíes en la base «Gran Capitán» de Besmayah. Una base que abandonaban este sábado dando su misión por cumplida y cediendo el control de la misma a las autoridades iraquíes, que agradecen el apoyo de los Aliados y se congratulan del adiestramiento que han recibido sus milicias.
Un día antes, el viernes, la base sufría un ataque de cuatro cohetes que, afortunadamente, solo causó daños materiales. Un suceso que sirve para contextualizar el peligro al que se enfrentan las tropas aliadas desplazadas a Irak, un país que quedó totalmente desestabilizado después de la invasión estadounidense -respalda por unos pocos países entre los que se encuentran el Reino Unido de Tony Blair o la España José María Aznar- que tuvo como pretexto la supuesta búsqueda de armas de destrucción masiva que nunca aparecieron. Una decisión unilateral de Estados Unidos que contó con gran oposición en el resto del mundo -a excepción de los mencionados países- y que pagaron y todavía están pagando centenas de miles de personas inocentes.