Yolanda Díaz, vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo, ha anunciado un acuerdo con los sindicatos para reducir la jornada laboral a 37,5 horas semanales. Este avance se ha logrado tras 11 meses de negociaciones, aunque sin el respaldo de la patronal, que ha decidido no participar en la medida.
Díaz ha criticado la postura de la CEOE y Cepyme, afirmando que no tienen «derecho de veto» sobre una medida que considera beneficiosa para España. La vicepresidenta ha solicitado el apoyo del líder del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, para que la iniciativa sea aprobada en el Congreso.
Durante el Congreso Confederal de la UGT, Díaz ha agradecido al secretario general, Pepe Álvarez, por su colaboración y ha subrayado la importancia de las medidas laborales implementadas desde 2018. Ha prometido continuar trabajando para ampliar los derechos laborales, con o sin acuerdo con la patronal.
Además de la reducción de la jornada, el Gobierno planea mejorar el control horario, reforzar el derecho a la desconexión digital, aprobar el estatuto del becario y democratizar las empresas. También se compromete a seguir aumentando el Salario Mínimo Interprofesional (SMI).
En el mismo evento, Feijóo ha defendido el entendimiento con la UGT y ha expresado su disposición a trabajar con los sindicatos si llega a presidir el Gobierno. Ha destacado que muchos de sus votantes son trabajadores y ha abogado por políticas que promuevan la igualdad y la redistribución de la riqueza.
Por otro lado, el líder de la patronal CEOE, Antonio Garamendi, ha valorado el diálogo social y la negociación colectiva, aunque ha manifestado su descontento por la falta de lealtad institucional. Garamendi ha recordado acuerdos previos alcanzados con los sindicatos, como la reforma laboral y la ley ‘rider’.
Díaz ha respondido a la CEOE, criticando su negativa a apoyar la reducción de la jornada laboral y recordando que el Gobierno tiene la potestad normativa para legislar sobre este tema. Ha instado a los sindicatos a defender los logros alcanzados y a promover la reducción de la jornada en los debates públicos.
El futuro de la propuesta depende ahora del apoyo que pueda obtener en el Congreso. Una abstención o un voto favorable del PP facilitaría su aprobación, evitando así una complicada negociación con otros partidos. La vicepresidenta ha enfatizado que el Gobierno está comprometido a cumplir con sus promesas laborales.