Yolanda Martínez y Luna Fernández, las dos ciudadanas españolas que retornaron en 2023 desde el califato del Estado Islámico (DAESH) junto a sus hijos, han sido condenadas este lunes por la Audiencia Nacional a tres años de prisión tras aceptar su responsabilidad en un delito de integración en organización terrorista. La pena incluye también inhabilitación especial para profesión u oficio educativo durante siete años y libertad vigilada por un periodo de cinco años, que implicará su participación en un programa de desradicalización.
La vista, celebrada en la sede de la Audiencia Nacional, se resolvió en apenas unos minutos. Ambas mujeres, que viajaron voluntariamente a la zona de conflicto sirio-iraquí junto a sus maridos, se mostraron conformes con el escrito de acusación de la Fiscalía, que contemplaba la aplicación de la atenuante de confesión tardía.
«Lo que está escrito lo acepto», declaró Yolanda Martínez, vestida con vaqueros y una americana blanca, tras la lectura del acuerdo de conformidad por parte de la presidenta del tribunal, la magistrada Teresa Palacios. Su compañera, Luna Fernández, que vestía un hiyab blanco, respondió afirmativamente al ser preguntada si aceptaba los términos del pacto.
Finalizada la vista, la magistrada declaró firme la sentencia al no haberse presentado intención de recurso por parte de las defensas ni de las acusaciones.
La Fiscalía pedía seis años de prisión
En su escrito inicial, el Ministerio Público solicitaba seis años de cárcel para cada una de las acusadas, argumentando que participaron en actividades de apoyo a la organización yihadista DAESH en España antes de trasladarse a su territorio controlado. Según la acusación, Yolanda Martínez tuvo un papel relevante en el grupo de mujeres de la denominada Brigada Al Andalus, manteniendo conversaciones con su esposo donde ambos compartían su compromiso con la causa y su intención de actuar activamente en el conflicto sirio.
Por su parte, Luna Fernández, según la Fiscalía, ejercía un rol de liderazgo dentro de dicho grupo, alentando y organizando a otras mujeres. Tras la proclamación del califato en 2014, ambas respondieron al llamamiento de Abú Bakr al Baghdadi, estableciéndose en el territorio controlado por Estado Islámico para formar familias y contribuir a la consolidación de las infraestructuras del califato.
Una vez en el terreno, Yolanda y Luna habrían adoctrinado a los menores bajo su tutela en los principios de la ideología yihadista, según recogía el Ministerio Público en su acusación.
Con esta sentencia, la Audiencia Nacional pone fin a uno de los primeros procesos judiciales abiertos en España contra mujeres retornadas del califato por delitos de integración terrorista.
