El odio “con certificado de marca” de musulmanes a todos los demás. USA. ¿La religión como seña(l) de identidad? Baños de sangre en el SPA internacional. No soy (in)significante. ¿Cuáles son las reglas de esta globalización? ¿Las hay? El árbitro está comprado. Demasiados maletines.
Completar los muros físicos con piezas de Lego. Las luchas fueron/son/serán desencadenadas por los hombres (y mujeres). Colas y más colas se forman frente a las pequeñas puertas acorazadas que dan paso a(l) otro lugar. Esa región donde la soberanía psíquica se embadurna con sermones moralistas. Seguimos incrementando nuestra monstruosa deuda pública con la mayor parte de la humanidad. ¿Lao Tse o Confucio?
El transporte religioso de primera clase está en boga. Contrasta con la tartana que rueda a duras penas un poco más allá de la moral. ¿Quién quiere matar la Navidad? Manos arriba. ¿Mi arma? La (post)racionalidad. Tranquilos, el dinero del Fondo de Recuperación (europeo) estimula nuestra forma de entender la vida. Felices en la jaula masónica.
¿Alrededor? Muros infranqueables construidos de rencor. Racismo a diestro y siniestro. Tras desembarcar, algunos preguntan dónde está la mezquita más próxima. ¿O es por el McDonald? Manantiales árabes donde beber, cual camello con dos jorobas y huevos empaquet(€)ados en cristal.
Vivimos sobre un inmenso y desolado cementerio. Pssss ¡Callad! No sea que se despierten y comiencen a gritar. Llevamos veinte siglos habitando dentro de contenedores decorados con purpurina (de)capitalista. Tranquilos. El Estado madre es el encargado de amamantar a sus hijos. El problema son los bastardos. ¿Qué hacemos con ellos/nosotros?
Contribuyentes altamente gravados (electricidad, agua, gasolina…), responsabilizados, además, de la penetración de un virus como la polla de tarzán. Blanco encargado de dominar a los negros y al reino animal/natural. ¡Gran (ir)realidad! Los hisopos acarician los mentones masculinos y las endebles mentes de los que se dejan doblegar.
Deficientes sistemas de detec(n)ción consienten la hipo(pa)tética vida de un ratón envestido general en una jaula para gatos. ¡A sus órdenes mi general! Descanse, mi gatuno subalterno militar. Censura al juicio crítico controversial. ¿Condena? El juez dictamina: Siete vidas, seis almas y dejar de pensar. ¿Desde cuándo esta nación se convirtió en ejemplo de justicia social? ¡Miau!