El Ministerio de Sanidad recuerda que a partir de este miércoles no se podrán fabricar, distribuir ni vender dentro del territorio nacional o de la Unión Europea las marcas comerciales de tabaco que contengan mentol. Este producto añadido al tabaco tiene propiedades que enmascaran el sabor y los efectos nocivos de esta droga de consumo legal además de favorecer la absorción de la nicotina, la sustancia que provoca el tabaquismo.
Desde este miércoles, 20 de mayo, queda prohibida la fabricación y distribución de las «marcas comerciales de tabaco que contengan mentol» en todo el territorio de la Unión Europea. «Esta decisión parte del compromiso de los Estados miembros en la lucha contra el tabaquismo, recogido en la Directiva 2014/40/UE. La razón fundamental de la misma es que estos productos favorecen la introducción de nuevos consumidores de tabaco, sobre todo jóvenes, y dificultan la posibilidad de dejarlo» según recoge un comunicado del Ministerio de Sanidad.
El incumplimiento de esta norma constituye una infracción administrativa grave según lo recogido en el artículo 19.3 w) de la Ley 28/2005, de 26 de diciembre, de medidas sanitarias frente al tabaquismo y reguladora de la venta, el suministro, el consumo y la publicidad de los productos del tabaco.
Según la autoridad sanitaria, «el mentol incluido dentro del producto sirve para enmascarar el sabor amargo del tabaco en combustión. Además, tiene un efecto anestésico y es capaz de adormecer la boca y la garganta. Tiene asimismo propiedades descongestionantes y refrescantes de las mucosas, por lo que enmascara el efecto irritante, el picor y la congestión de las vías respiratorias altas originado por el humo, haciéndolo más aceptable para el joven que se inicia en el consumo y favoreciendo el retorno al consumo«. Asimismo, el mentol tiene también un efecto dilatador de los alvéolos pulmonares, lo que provoca una absorción más rápida de la nicotina del tabaco por parte del consumidor». Por otro lado, el Ministerio también señala que el mentol aumenta «el atractivo del producto» y crea «la falsa percepción de que son más saludables o menos dañinos que el resto de cigarrillos o tabaco de liar».