Íñigo Mijangos es el presidente de Salvamento Marítimo Humanitario. Una organización de salvamento en el Mediterráneo que desde hace unos meses padece el bloqueo del Gobierno español para poder realizar rescates. Este bloqueo no sólo no ha impedido que el Aita Mari, un atunero reconvertido en barco de rescate humanitario, salga de puerto; sino que ha conseguido que la sociedad civil se movilice exigiendo al gobierno socialista el desbloqueo y el permiso para que Salvamento Marítimo Humanitario pueda seguir rescatando vidas en el Mediterráneo.
Desde El Foro de Ceuta nos acercamos a conocer personalmente a una de las organizaciones que lucha para hacer las políticas migratorias un poco más humanas. Hablamos con Íñigo Mijangos sobre la realidad y los anhelos de hacer de este un mundo más justo y mejor, donde el derecho a la vida y a la libertad de movimiento sean las máximas de los Gobiernos.
Salvamento Marítimo Humanitario nació en noviembre de 2015, por la eclosión de la crisis humanitaria que se generó en el Mar Egeo (Grecia) con el fin de socorrer y asistir a las personas que se lanzaban al mar huyendo de Estados fallidos, guerras, hambrunas, matrimonios forzosos o persecuciones por motivos religiosos, políticos o sexuales. Su principal objetivo es salvaguardar la vida de las personas bajo los principios de voluntariado, solidaridad, humanidad, universalidad, igualdad, imparcialidad y dignidad.
La crisis humanitaria que azota Europa no deja a nadie indiferente y establece una división clara entre la personas que componen las sociedades occidentales: las que son partidarias de cerrar fronteras y construir muros y las que luchan para que las personas puedan ejercer su derecho a migrar de manera legal y segura.
Organizaciones como Salvamento Marítimo Humanitario luchan para acabar con las políticas europeas que provocan que la gente que huye de sus hogares muera en el Mediterráneo, para acabar con la connivencia de la Unión Europea con terceros países en los que se delegan los trabajos más inhumanos de contención de migrantes (Marruecos o Turquía). Esta combinación de políticas migratorias restrictivas y externalización de las fronteras hace que las rutas migratorias hacia Europa sean de las más mortíferas del mundo.
Rescatar personas no es un delito. Hay que repetirlo una y mil veces para que no se nos olvide. Salvar vidas no es delito. Y es que, en todo caso, el delito debe ser dejar morir en el mar a miles de personas.
Desde el Foro de Ceuta seguimos muy de cerca las labores y denuncias que realizáis y encontramos muchas similitudes entre lo que contáis que ocurre en las costas de Libia y lo que está ocurriendo en el Estrecho, ¿Qué podéis hacer cuando navegáis por estas aguas?
Pues aprovechamos para presionar simbólicamente, aunque no nos dejan hacer nada, mas que pasearnos… Pero bueno, intentamos cada vez que pasamos por el Estrecho monitorizar un poco. Ayer publicamos los PAM PAM que había y lo que estaba pasando. Ya que tienen este black Out de información desde Salvamento Marítimo, nosotros intentamos visibilizar lo que está pasando también en estas aguas.
Pero, este Black Out al que te refieres, es negado por el gabinete de prensa de Salvamento Maritimo, desde donde aluden que se trata del diseño de «un nuevo plan de comunicación digital»…
Afortunadamente, el español es un idioma que permite muchos matices y lo podemos llamar como queramos, pero de facto es que la información que se transmitía hace un año no es la que se transmite ahora.
Es verdad que un exceso de notificaciones puede dar la impresión de que hay una invasión, pero entre lo que se produjo hace un año o año y medio a la información que se transmite ahora, pues creo que son los dos extremos. Yo creo que en el centro está el equilibrio. Y no se puede negar que hay un flujo de personas que quieren entrar y que van a entrar de una u otra manera.
Aquí en Ceuta, la mayoría de mujeres subsaharianas están entrando ocultas en dobles fondos de coches, y hace tan solo un mes, una mujer que iba oculta en la defensa de un coche perdió una pierna en un accidente estando ya en Ceuta, cada vez llegan menos migrantes subsaharianos saltando la valla o en lanchas y además los marroquíes mayores de edad son devueltos rápidamente… ¿podríamos hablar de un cambio en los patrones migratorios?
Yo supongo que al final se terminarán abriendo nuevas rutas. Por ahora se están incrementando otras. Vuelven a los cayucos a Canarias y se van esparciendo más hacia hacia Argelia y buscarán vías, no me cabe ninguna duda.
Ya lo hemos visto otras veces… cerraron Libia y vinieron aquí, cierran esto y, o vuelven a Libia, que está habiendo un repunte porque hay mas descontrol está la situación allí mas tensa, o empezarán a salir por Túnez, harán Túnez-Córcega, harán cayucos a Canarias…
¿Cómo decidisteis que teníais que coger un pesquero, reconvertirlo e ir a salvar vidas al Mediterráneo?
Nosotros empezamos en el 2005 en el Egeo y no hemos dejado aquello. Ya vimos claramente en 2016 que el flujo migratorio era un fenómeno que no iba a parar, al margen de los propios refugiados, que es lo que mas se recibe en la Ruta del Este del Mediterráneo, la ruta del Egeo. Pero allí también están entrando africanos, antes de ayer llegó una patera a Quíos y venía gente del Congo, de Eritrea… Es una constante cada vez más y está claro que es un fenómeno que ha venido a quedarse. La situación en África y en el Oriente Medio es invivible para muchas personas, bien por conflictos armados, bien por un sistema económico que tenemos montados a nivel global que oprime a estas personas y buscan un futuro y lo que tienen mas cercano es Europa.
Teniendo en cuenta que el 70% del flujo migratorio africano es interno, dentro de los países africanos… entonces lo que sale fuera solo es el 30% y cuánto peores sean las condiciones de vida en esos países, peor va a ser. Más flujos va a haber y más presión va a haber.
La solución: mejorar las condiciones en origen, pero eso no se hace en dos días. También el reconocimiento de los derechos humanos. Todas las personas tenemos derecho a migrar y a buscar un futuro mejor en cualquier parte del mundo, y es algo que nos reconocemos los europeos con nuestro pasaporte, dentro de cualquier país europeo podemos cambiar de lugar de residencia, buscando un futuro mejor, incluso con otros países occidentales. Tenemos nuestras vías legales de hacerlo; hay que reunir una serie de condiciones pero hay vías legales para hacerlo y es algo que estamos negando a la mayoría de la población del mundo. Le decimos que no pueden venir a Europa porque, según Salvini, son un problema de orden público.
¿Cómo vivisteis el bloqueo del Gobierno español al Aita Mari y al Open Arms después de la recogida del Aquarius?
Es decepcionante. Es muy decepcionante, nosotros pensamos que con este gobierno socialista, supuestamente progresista, íbamos a encontrar una respuesta mucho más sensible a este fenómeno. Es lo que dicen en sus programas y nos encontramos con que no es así. Vemos que mantienen una política igual o incluso más dura que en su momento el PP… donde el ministro Marlaska promete que va a quitar las concertinas y luego pues no las quita o hace un juego de prestidigitación y bueno, las quito de aquí pero las pongo allí.
Vemos cómo existe esta consigna de no dejarnos hacer salvamento marítimo. En Libia cuando hemos pasado cerca a la zona SAR ha sido muy frustrante y muy duro no poder hacer nada. Y aquí, cuando nos hemos acercado al Estrecho hemos sabido que había una patera con 57 personas en el agua, que afortunadamente se ha localizado y podido rescatar. Pero cuando ofrecimos nuestra colaboración para hacer la búsqueda, nos dijeron que no era necesaria. Nosotros estamos para eso, es nuestra razón de ser y no entendemos cómo habiendo 57 personas en peligro de muerte se le puede decir a un recurso, que además está ahí y es gratis para el Estado, que no hace falta que echemos una mano en la búsqueda cuando no se sabía dónde estaban… me parece una respuesta increíble.
¿Qué opináis, como organización, de este bloqueo de salvamento marítimo a las comunicaciones así como sobre ese nuevo convenio firmado con Marruecos para formar y ceder recursos a Salvamento Marítimo del país vecino y de la inacción de España en aguas SAR marroquíes?
Eso es una salvinización de nuestra zona marítima. Es copiar exactamente el mismo modelo que se está haciendo en Libia y que ya se venía haciendo también entre Turquía y Grecia. Es decir mientras estén en aguas marroquíes se hace la devolución, que es una devolución “legal”, porque está en aguas marroquíes…
Pero, cuando están en aguas internacionales, el omitir el socorro cuando están al alcance recursos de salvamento español es un crimen moralmente reprobable y legalmente habría que ver hasta qué punto hay una responsabilidad en el hecho de que pudiendo hacer esa asistencia no se haga.
Desde el punto de vista de Salvamento Marítimo, siempre he considerado que los servicios de Salvamento Marítimo españoles eran un modelo ejemplar a seguir. El desempeño de los trabajadores ha siendo siempre ejemplar y hemos mantenido una relación estrecha con ellos y siempre ha habido mucha simpatía, pese a no tener ninguna vinculación.
Durante muchos años he hecho voluntariado en Cruz Roja del Mar y los teníamos como nuestros hermanos mayores, realmente un ejemplo y ahora vemos cómo se está desmantelando el servicio y es lamentable. Algo que era para exportar contra los modelos de guardacostas militarizados que, obviamente, frente a una orden ejecutiva, como policías frente a otro tipo de instrucciones, iba a primar la orden ejecutiva. Aquí lo teníamos perfectamente separado y vemos cómo se está involucionando en esto. Se esta yendo a un refuerzo de los servicios marítimos de Guardia Civil y a retirar los servicios de salvamento civil, me parece muy penoso y un retroceso en algo en lo que España realmente era un país puntero.
Hablabas de que las políticas migratorias se están salvinizando y de que vosotros apostáis por una humanización de las políticas ¿Cómo creéis que desde la organizaciones y desde la población civil se podría revertir el giro que está tomando la política europea en materia de migraciones?
Yo creo que hay seguir reclamando que se cumpla la Carta de los Derechos Universales. Es fundamental. Hablamos de cosas muy básicas como el derecho a la vida y el derecho a migrar de las personas. Si se hiciesen vías seguras y se permitiera a estas personas conseguir sus visados y sus papeles en sus países de origen para venir a Europa o donde quieran ir, da lo mismo, en unas condiciones dignas y legales, todo este fenómeno desaparecía. Probablemente habría menos migración.
Hay personas, medios y políticos que acusan a las organizaciones humanitarias de rescate de provocar un «efecto llamada» hacia Europa…
El incentivo para venir no se produce por las operaciones de rescate ni por los barcos de rescate. El incentivo se produce por los propios traficantes, que en los países de origen venden que les van a llevar de manera segura a donde ellos quieren llegar. Son como agencias que ofertan esos viajes de manera segura. Les dicen, por ejemplo, que la historia que conocen de su primo que se ahogó fue porque hizo el viaje con «el traficante tonto», pero que ellos son «el traficante listo» y les van a llevar a buen puerto… La gente necesita comprar esta esperanza cuando está en una situación desesperada y cuando un traficante les empuja en este sentido, pues pican.
Y, ¿cómo se puede acabar con este incentivo?
Para el traficante es muy lucrativo, si desaparece ese mercado de tráfico de personas ese incentivo desaparece. Con la droga se ha hecho algo parecido, la droga cuando deja de ser negocio porque de ha de alguna manera se despenaliza el consumo, -con los programas de metadona se ha reducido la cantidad de heroína-, pues se reduce ese incentivo. Sigue habiendo droga, pero mucha menos que en los años 80 por ejemplo.
Con esto ocurriría lo mismo. Si se desincentiva al traficante porque ya no tiene negocio y no tiene opción a negocio porque la gente tiene vías legales y seguras, ese modelo desaparece. Si se permiten remesas de las personas que migran a otros países, ese dinero se inyecta directamente en la economía diaria de esas comunidades y mejora las condiciones de esas comunidades. Las personas que estudian las migraciones lo saben, es algo que ha pasado durante toda la historia de la humanidad.
Si la solución pasa por establecer vías legales y seguras y esto depende de la clase política… ¿Cuál es el papel de la sociedad?
La sociedad civil tiene que reclamar el derecho a migrar y a hacerlo de forma segura, de forma digna. Y por supuesto tiene que hacerlo participando. No solo dar el like en las redes sociales a movimientos como el nuestro, si no participar de forma activa y reclamar a las autoridades y a los políticos el cumplimiento de sus obligaciones. Que se ganen el sueldo y resuelvan el problema de forma legal y digna, no de forma represiva y policial. Eso no lo resuelve. Lo que hace es esconderlo bajo la alfombra pero saldrá por otro lado.
Es inevitable. Lo podemos retrasar 6 meses o un año, pero el sufrimiento seguirá. Las personas seguirán sufriendo, las personas intentarán salir. Volveremos a tener accidentes en coches, barcos, valla… pagarán lo que tengan que pagar porque no tienen nada mas que perder que la vida, y nosotros lo hemos visto. Se nos han tirado al agua cuando pensaban que volvían a Libia y dicen que prefieren morir en el agua que retornar a Libia… Cuando ves estas cosas tienes claro que hay que hacer algo y que hay que luchar por los derechos de las personas.
Hay un repunte de la extrema derecha y han llegado a las instituciones partidos como Vox que optan por el cierre de fronteras. De hecho, en Ceuta querían poner un muro de hormigón ¿Qué se puede hacer contra estos discursos del odio hacia las personas migrantes?
El discurso de Vox y el discurso xenófobo es muy sencillo y muy fácil. Tienes un problema y ese problema te lo causa este migrante que viene aquí porque no se adapta, porque es problemático… Eso es muy fácil de hacer. Marcar a las personas y hacerlos culpables. También se ha utilizado eso históricamente. Lo usaron los nazis y también sonaban esos discursos en las crisis económicas de Estados Unidos. Siempre se ha culpabilizado al más vulnerable
Y frente a esto, ¿Qué podemos hacer?
¿Qué hay que hacer? Educar. Hay que decir que esos discursos son falsos. Que los problemas que tenemos no los causan los migrantes si no que los causa nuestro propio modelo social porque, como decía antes, nuestros políticos no se ganan el sueldo. No aportan soluciones reales a los problemas reales que tenemos. Dan soluciones a corto plazo, las soluciones a medio y largo plazo cuestan dinero y esfuerzo. Educar en la tolerancia, en el respeto hacia el diferente. Es enriquecedor, nos beneficia a todos. Hay que dar oportunidades a la gente. No dudo que haya gente problemática, como en todos los colectivos, pero mucha gente de la que viene es canela en rama con muchas ganas de mejorar, progresar y que buscan una oportunidad.
¿Tienes contabilizado cuantos rescates habéis hecho desde que estáis en activo?
Desgraciadamente con el Aita Mari no hemos podido hacer salvamento, solo apoyo humanitario, y es muy frustrante. Toda la ilusión que se ha puesto en este proyecto por parte de muchísimas personas está bloqueada por un despacho ilegal y totalmente inhumano e injusto. Nos decía el director general de Marina Mercante que le dolían mucho las acusaciones que se hacían sobre él, diciéndole que era culpable de las muertes… No seré yo quien lo diga tan directamente, pero sí que creo que tiene una responsabilidad muy directa en cuanto a impedir que se haga salvamento marítimo con la muerte indirecta de muchísimas personas.
Porque para poder rescatar vidas en el Mediterráneo necesitáis tener un permiso y éste ha sido denegado por la Dirección General de Marina Mercante, ¿no?
La Dirección General de Marina Mercante nos denegó un despacho inicial y luego nos han ido despachando siempre con la restricción de hacer salvamento marítimo. Argumentan que el barco no está preparado para navegar durante un largo periodo de tiempo con un alto número de personas a bordo, y argumentan esto y suponen que nosotros al hacer salvamento marítimo en la zona de Libia, nos íbamos a ver obligados a navegar hasta España con las personas que rescatemos, basándose en que otros barcos -en este caso en una referencia clara al Open Arms- en otros momentos lo han hecho.
Desde el punto de vista técnico-jurídico es insostenible porque no pueden suponer que nosotros vayamos a hacer un acto, supuestamente irregular o que no se ajusta a los criterios que tiene establecidos la Dirección General, cuando nosotros no hemos hecho nada. No puedes hacer a priori una presunción de que alguien va a cometer una falta o un delito antes de que lo haga.
Además nos piden para el despacho del barco una serie de certificados que no existen y también es irregular. De esta manera nos han hecho una cuña en el despacho en la que se establece que si desobedecemos esa restricción de hacer salvamento marítimo, constaría en una falta grave, que en el reglamento esta valorada en una sanción administrativa de hasta 900.000 euros.
Sabemos que haciéndolo, incumpliendo este reglamento, tendríamos razón al final. No habría razón de esa sanción pero la tendríamos que pagar, hacer frente y luego recurrirla y eso nos hundiría como organización. Significaría el embargo e incautación del barco y no nos podemos exponer a eso.
¿Qué capacidad de rescate tiene el Aita Mari?
En el libro de estabilidad tenemos hasta 120 personas, considerando 70kg por persona, y el barco tendría una escora máxima del 10%. Estos son criterios de estabilidad de un buque de pasaje. En balsas de salvamento, de rescate, con certificados SOLAS, también tenemos 120 personas.
Es un poco la contrargumentación a lo que dice la Dirección General, que no reunimos las condiciones. No tenemos un certificado de buque de pasaje que es lo que ellos de alguna manera reclaman. Es imposible que este barco cumpla todos los criterios de un buque de pasaje. Pero sí creemos que navegamos con seguridad suficiente para una navegación no durante muchos días, porque ese no es el propósito de este barco, ni tampoco es la necesidad. La necesidad es que los países ribereños como Italia y Malta cumplan con su obligación. Pero en caso de vernos circunstancialmente obligados a navegar, se puede hacer en condiciones de total seguridad. Además, podemos operar haciendo traspasos a buques más grandes como en 2017.
Si se vacía el mediterráneo de barcos con estas capacidades, obviamente son los Estados los que están propiciando esta situación. El incumplimiento no es nuestro, es de los Estados. Hay un tráfico tremendo de barcos mercantes. Se pueden transferir las personas a barcos mercantes, a barcos que hacen soporte en las plataformas que van regularmente a Italia… como se estaba haciendo en 2016 y 2017 y no hubo absolutamente ningún incidente de seguridad para nadie. Los problemas han empezado a existir en el momento en el que los Estados y la Comisión Europea hacen omisión de sus obligaciones.
¿Cómo se organiza el Aita Mari? ¿Sois tripulación, contratados o voluntarios?
Nosotros al ser un barco de “lista primera” en el Registro español. Es un barco mercante y tiene obligación de tener una tripulación mínima de seguridad. Para navegaciones de más 24 horas son 7 personas y para menores de ese tiempo, como las que podríamos hacer en el Egeo, son de 5 personas. Esos son todos obligatoriamente profesionales con sus certificados en vigor y el resto de tripulación se enrolan como personal auxiliar a la tripulación y serían voluntarios. Personas que llevan las barcas de rescates, cocineros, periodistas y otros compañeros de medios, etc. Esa es un poco la organización en el barco.
En tierra tenemos un grupo de voluntarios también y hacemos un llamamiento a todos los ciudadanos que quieran acompañarnos, incluso aquí también en Ceuta. Tenemos grupos en Galicia, en Aragón, en Guipuzcoa, en Vizcaya, en Madrid… que nos apoyan con acciones reivindicativas en la calle u organizando eventos para autofinanciarnos. En definitiva, reivindicando los derechos de las personas. Nosotros estamos abiertos a la participación ciudadana, esa es nuestra razón de ser.
Y los miembros de la tripulación ¿Son todos españoles o hay extranjeros?
Actualmente tenemos a un senegalés, que estaba trabajando en Pasaia (Puerto de San Sebastián). Cuando estuvimos allí haciendo la reforma del barco se apuntó como voluntario, estuvo trabajando en las labores de reparación y cuando hemos emprendido la singladura le hemos ofrecido formar parte de la tripulación profesional, tiene sus certificados en vigor. Y, bueno actualmente tenemos un senegalés. La tripulación está abierta, nosotros no entendemos de fronteras, cualquier persona que cumpla con los requisitos para embarcar, bienvenida sea.
¿Y cómo se financian vuestros proyectos?
Bueno, eso es muy difícil. Hemos contado, afortunadamente, con el interés y el apoyo del Gobierno Vasco durante estos dos años y nos aportan una subvención importante que viene a cubrir el 50% de los gastos. El resto son aportaciones de municipios, de diputaciones provinciales, de muchísimas personas que hacen su aportación particular. Tenemos abierta una campaña para captación de socios donde se puede abonar una cuota regularmente. Y también a través de acciones como conciertos solidarios, o un partido de fútbol, o una obra de teatro y todo ese tipo de acciones participativas, donde la recaudación se destina a nuestros proyectos. Ese viene a cubrir prácticamente el otro 50%.
Pero es muy duro. Es muy costoso. Cuesta muchísimo mantener el barco operativo, aunque este es un barco de gestión bastante económica. Es un barco de 2001 con unos consumos muy ajustados, muy moderados y al ser relativamente nuevo también el coste de mantenimiento es menor. Aún así son cifras muy dificiles de mantener y de superar, pero bueno, confiamos en que la sociedad nos siga apoyando.
Bueno, para ir terminando. Hablábamos del parón informativo, de cómo las capitanías marítimas de Barcelona y de Pasaia bloquearon los barcos, asumiendo que no podíais hacer labores de rescate y aún así decidisteis salir al Mediterráneo ¿En qué consiste este último proyecto?
Tengo que hacer un apunte. La Capitanía de Pasaia, en este caso concreto, es una Capitanía que trabaja con criterios muy profesionales y muy técnicos y con un perfil bastante humanitario. Ellos reciben instrucciones de la Dirección General de Marina Mercante que, a su vez, recibe órdenes del Ejecutivo. Entonces, bueno, tampoco podemos exigir a los funcionarios que desatiendan las órdenes que tienen. Eso entra en la conciencia de cada uno y en los riesgos que esté dispuesto a asumir. Pero yo creo que sería injusto decir que Capitanía de Pasaia ha tomado esa decisión motu propio de ponernos esa cuña en el despacho.
Dicho esto, nosotros entendemos que esas restricción es solamente para hacer operaciones de rescate y el barco es una respuesta de la sociedad a la necesidad humanitaria que hay en el Egeo y en cantidad de puntos del Mediterráneo. Nosotros, conociendo esa necesidad, en esta caso la de asistencia dental y médico-sanitaria en las islas del Egeo, resideñamos el proyecto para cubrirla.
Nos hemos visto un poco en la obligación de volver porque ahora mismo se abre un proceso electoral en Grecia. En las islas las condiciones de estar con el barco allí se hacían muy difíciles y las autoridades nos ponían muchas pegas. Hemos decidido marcharnos para no interferir en esas elecciones y que se desarrollen con la mayor normalidad posible.
En agosto volveremos con el proyecto dental. Tenemos ya a los voluntarios, higienistas y odontólogos y proveeremos el servicio en las islas del Egeo. En Lesbos, en Chios, donde tenemos el equipo médico; en Samos, donde la situación es muy dura porque está muy sobresaturado el campo de Hotspot de Samos; en Leros y Kos. En Leros y Kos será un poco más difícil porque los puertos son más pequeños y vamos a ver cómo podemos entrar con el barco en esos puertos, pero por lo menos en Lesboss, Chios y Samos seguro que daremos ese servicio.
¿Cómo organizaréis esta asistencia dental?
Tenemos contactos con más asociaciones de allí. Fundamentalmente lo que vamos a hacer es recibir a los pacientes que nos referirán ellos. Les notificaremos con tiempo las fechas estimadas de llegada y ellos programarán las listas de pacientes. Gente con infecciones en la boca y con problemas en los dientes. Haremos limpiezas, extracciones, para intentar arreglar esas bocas en las mejores condiciones posibles.
Estamos en contacto con las organizaciones de tierra que hace la asistencia médica en los campos y lo haremos coordinados con ellos. El barco tiene un enfermería y la idea es atenderles en la enfermería del barco, porque hacerlo en los pueblos es más complicado por temas legales, competencia con los colegios de odontólogos locales. Nosotros en Chios prestamos el servicio pagando a los odontólogos locales pero, obviamente, el coste es muy alto.
¿Quieres añadir algo más?
Daros las gracias por presentaros aquí, por darnos seguimiento. Para nosotros es importantísimo que esto se difunda, se conozca, se transmita y ese es también nuestro segundo mandato. No solamente el asistencial sino reclamarlo también en los foros que corresponde. En Bruselas hacemos regularmente los escritos, las ponencias y trabajamos con equipos de abogados denunciando los incumplimientos de derechos humanos.
Queremos que todo esto se transmita a la sociedad y que la sociedad no se olvide. Es una tragedia lo que esta pasando y es por incomprensión. En muchos casos por incomprensión. Si la sociedad exigiera el cumplimiento de nuestros derechos, sería más sencillo todo.